Después de su paso por la Berklee School of Music, el pianista venadense Leo Genovese apostó a hacerse un camino en la escena neoyorquina. AllÃ, lejos de pasar desapercibido, su talento lo llevó a ser convocado por la notable contrabajista Esperanza Spalding, que sumó a sus filas a un artista que dejó su huella en la escena jazzera rosarina. A poco de iniciar una gira en cuarteto junto a Jack DeJohnette, Joe Lovano y la propia Spalding, Genovese se dio la posibilidad de impulsar su propio tour argentino, que implicó el reencuentro del trÃo que conforma junto al contrabajista argentino Demián Cabaud y el baterista cubano Francisco Mela, con el que vuelven a escena a casi diez años de la edición de Haiku II, y con el que mañana y pasado regresarán a Rosario para brindar una serie de conciertos y clases magistrales.
La primera de las citas se realizará mañana a las 14 en la Escuela municipal de Música (Oroño 1540), donde brindarán clÃnicas de instrumentos y ensamble. A las 21, el salón de actos de la institución alojará al primer concierto del trÃo en la ciudad. En tanto, el martes a las 22 ofrecerán una segunda función, en Plataforma Lavardén (esta tarde, además, tocarán a las 19 en el Centro Cultural municipal de Venado Tuerto). Y si bien la espontaneidad y la inmensa gama de posibilidades musicales que caracterizan al trÃo impregnarán cada uno de esos conciertos, en diálogo con Rosario/12 Genovese anticipa: "Es probable que incluyamos algo del repertorio que estamos preparando sobre obras de Spinetta. Creo que en alguno de los conciertos vamos a tirar un par de primicias, tipo Crónica TV (rÃe)".
Radicado en Nueva York, Genovese ya ha captado la atención de una de las escenas jazzeras más importantes del mundo. Sin embargo, el músico oriundo de Venado Tuerto sigue apostando al crecimiento. "Esto recién comienza -asegura-. Se trata de seguir estudiando, seguir creciendo. El año que viene me voy a ir de gira con un cuarteto que se está armando con DeJohnette, Joe Lovano y Esperanza Spalding. Pero siempre estoy escribiendo música también, pensando en nuevas posibilidades sonoras, en nuevos viajes. Tengo muchas ganas de ir para Africa y pasar un tiempo ahà compartiendo música. De repente llevando un poco de la música de acá, un poco de jazz, y aprender un poco de las raÃces de la humanidad".
La sola mención a ese cuarteto en formación resulta tentadora para cualquier promotor cultural. Y aunque Genovese conoce las dificultades de desembarcar por estos lares con la propuesta, su debut como productor independiente abre las puertas a un medido entusiasmo: "EstarÃa buenÃsimo poder ir a Argentina con el cuarteto, pero muchas veces eso no depende de las ganas. Si fuese por mà la gira empezarÃa en La Quiaca y terminarÃa en Ushuaia. Lamentablemente yo no muevo esos hilos. Pero esta Argentina es la primera gira que armé en mi vida, con la ayuda de un par de amigos, pero la mayor parte de las cosas las encaré desde el vamos. Quiero decir que esto es posible, no se necesita siempre de un promotor o una agencia. La nueva camada de músicos, el músico joven tiene herramientas como internet que nos da la posibilidad de hacerlo todo desde casa. Desde escribir la música hasta manejar el auto y hacer el concierto. Esto me dio mucha pila para darme cuenta que esto es sólo el comienzo, y que habrá mucho más".
Por lo pronto, la gira argentina de Genovese significó la reunión del grupo con el que registró su disco Haikus II. El tiempo transcurrido desde entonces trajo aparejadas nuevas búsquedas, que se tornarán palpables en estos conciertos en la ciudad. "Ultimamente estuve concentrado en esa onda de escribir para contrabajo, para los instrumentos -precisa Genovese-. Composicionalmente estoy enfocado en tratar de escribir, de pensar para el instrumento en particular. Por eso me atrae la onda de aprender muchos instrumentos, olfatear el mundo en cada rincón de la orquesta. Aparte, en relación a este trÃo en particular, Demián estudió mucha música clásica, tiene muchos recursos. Francisco es cubano y ahora está tocando varios bombos legüeros dentro de su set y además él canta, entonces podemos acceder a muchos rincones de la música".
-Eso debe darte la posibilidad de pensar en seguir abriendo el juego musical. Teniendo las posibilidades técnicas y los talentos, podés arriesgarte a ir por otros caminos.
-Totalmente. Viene mucho por la parte del riesgo. Con este trÃo grabamos el disco hace diez años, y desde entonces no volvimos a tocar juntos como trÃo. Seguà tocando con ellos por separado, pero no volvimos a tocar los tres. Es como que el trÃo tiene luz propia. Nada se pierde por el hecho de que no estemos siempre de gira o que grabemos discos todos los años. Cada uno sigue con su camino de investigación, de tocar con distintas personas, y cuando nos volvemos a juntar de alguna manera eso es más profundo. Los elementos que cada uno puede aportar al trÃo son cada vez más infinitos.
-En ese sentido, cada reencuentro debe implicar un redescubrimiento.
-Exacto, y creo que eso es una parte importante de lo que van a escuchar. Un poco el hecho de redescubrirnos. Como que no ensayamos, no hubo necesidad de eso. Sólo para el repertorio de Spinetta que vamos a tocar en La Trastienda, en Buenos Aires, ¡aunque todavÃa no lo hicimos! (risas). Lo que hacemos mucho es escuchar las canciones juntos y no cerrar ninguna puerta. Cada nota tiene el potencial de transformarse en una rosa o en una granada. Y vamos por ahÃ. Tratar de escuchar de la manera más comprometida posible entre nosotros tres y estar abiertos a posibilidad, qué nos trae la música- concluyó.
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