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Martes, 23 de diciembre de 2014
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PLASTICA. LXVIII Salón Nacional de Rosario 2014 en el Castagnino

Experimentos sensoriales

Mármol que parece papel, papeles que parecen juncos, madera, óleos y esculturas a gran escala son parte de la oferta de esta nueva edición del Salón, que podrá visitarse en horario de verano: de jueves a domingos de 17 a 21.

Por Beatriz Vignoli
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Una espectadora aprecia Un cuadro nuevo, de Joaquín Boz.

En las amplias salas de la planta alta del Museo Municipal de Bellas Artes "Juan B. Castagnino" (Oroño y Pellegrini, en los nuevos horarios de verano: de jueves a domingos de 17 a 21) puede visitarse el LXVIII Salón Nacional de Rosario 2014. Sólo 23 proyectos fueron seleccionados de entre los 574 presentados por artistas de todo el país. Entrando por la derecha y doblando a la izquierda, el espectador se encuentra con algo que a simple vista parece una hoja de papel sobre un pedestal. Es mármol. Se trata de La insoportable levedad del ser (2014), escultura de la madrynense Lucía Pellegrini.

A la inversa, otra escultura o instalación, obra de Florencia Caiazza, parece de juncos pero está hecha íntegramente de papel; obtuvo una mención especial del jurado. También en papel fue realizada una pintura abstracta sensible de Valeria Maggi (Tucumán, 1985). Maggi es una de las fundadoras de Rusia Galería, que participó en la Semana del Arte de este año. Al fin, un encargado de sala advierte no tocar una especie de osamenta, que parece de madera y es nomás de madera. Se trata del esqueleto del proyecto ganador del Premio Estímulo de la Fundación Castagnino para artistas emergentes: 10 mil pesos destinados a la realización de un proyecto artístico a exhibirse en el Macro (Museo de Arte Contemporáneo de Rosario) en 2015. Unos prolijos bocetos completan el proyecto, que se titula Estudios para un asentamiento provisorio y es de Maximiliano Peralta Rodríguez, oriundo de Haedo, quien además conduce con Cintia Clara Romero la residencia Curadora, en Rincón, provincia de Santa Fe. Lo suyo es la estructura habitacional efímera en el paisaje o con elementos naturales.

En ese mismo pasillo, se despliega el tríptico fotográfico Ubajay, de Pablo Cruz, quien superpone formas puras al paisaje de manera casi imperceptible. Una serie de fotos sin título con marcos blancos, de la rosarina Gabriela Muzzio, dan al principio la sensación de estar en blanco. Pero después, al demorarse en ellas, el ojo se acostumbra al mínimo contraste y aparecen las imágenes, familiares y típicas, con los detalles desvanecidos como si el olvido los borrase o a la memoria le costaran. La obra obtuvo una mención especial del jurado de premiación, formado por Andrés Duprat, director de Artes Visuales de la Secretaría de Cultura de la Nación; Nora Fisch (Nora Fisch Arte Contemporáneo); Eugenia Usellini, de la Fundación Castagnino, y Marcela Römer, directora del Museo, con quien colaboraron Norma Rojas y Lila Siegrist en la selección de las obras.

Patricia Viel (según informa la guía Adriana Rubio) sufrió el incendio de su taller y de eso se trata el collage de jirones negros de diversos materiales, como crespones de luto, que ocupa la pared de una sala. Realizado en 2012, está dedicado, por alguna razón, al escritor estadounidense Jerome David Salinger. Artista y docente, Viel (Buenos Aires, 1975) vive en la provincia de Santa Cruz y considera que hacer arte en la Patagonia es "una práctica extrema y solitaria".

Otro experimento con los materiales es la escultura Supernova (2014) de Alejandra Mizrahi. Obtuvo una mención especial la obra en colaboración titulada Dibujos en fuga, de María Inés Drangosch (Buenos Aires, 1956), quien vive y trabaja en Mar del Plata. En un intercambio de dibujos, instancia de arte social, ella ofreció cuadernos a varios dibujantes (cuyos nombres constan en un texto de sala) y el ecléctico resultado se extiende en el piso de una sala completa. También llena una sala el Primer Premio Adquisición. Un cuadro nuevo, mural abstracto sensible al óleo del rojense Joaquín Boz, mide 9 metros de ancho por 4 de alto. Fue comprado en 50 mil pesos por el Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia de Santa Fe y la empresa FUNDAR.

Walter Barrios (Mar del Plata, 1977) se dedica a fotografiar interiores previamente intervenidos pictóricamente por él mismo; ganó el Segundo Premio Adquisición de la Municipalidad de Rosario y Coleccionistas Rosarinos, que pagaron 30 mil pesos por su obra Beso.

La escultura monumental Palmera, de Daniel Basso, coquetea con el kitsch elegante, mientras que de la performance colectiva del rosarino David Nahón, Desaparecí en vos y vos desapareciste en mí, quedan solamente sillas y vasos. No hay (por expreso pedido del artista) registro de la acción, donde participaron seis personas. Lo de adentro, instalación en humildes bandejas de telgopor bruñidas por Mimí Laquidara, se expande a una escala monumental y explora las propiedades del material, creando ambigüedades a la percepción, rasgos que a esta altura del recorrido se pueden considerar recurrentes.

También ocupa mucho espacio la instalación conceptualista Alguien me dio otro significado de la palabra amor, de Patricia Spessot. Carla Benedetti, en su serie de pinturas al óleo El paraíso eres tú, experimenta con la densidad del pigmento en escenas "decorativas" y kitsch pero donde se puede leer entre líneas una anécdota singular.

Una bienvenida libertad imaginativa aflora en los dibujos: Empapelado macetas, de Carla Colombo; Poder, de Natalia Lipovetzky, y el mural de pegatinas Unidos será más ligero, de María Victoria Bueno. Completan la muestra Ultramar y Bermellón, de María Guerrieri; Sin título (columna flechada), de la fotógrafa rosarina Laura Glusman, y Sección 1, pintura de Luciano León Liguori que tiene dos posiciones.

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