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Volviendo a revolver en los laberínticos arcones de su historia familiar, el director Aldo El Jatib, se encontrará ahora con una paradigmática tía Betty, con la que reconstruye su última búsqueda estética, plasmada en el reciente estreno de el grupo El Rayo Misterioso: "El fabuloso mundo de la Tía Betty" (Teatro fantasmal).
"Mi tía Betty lidió toda su vida con la locura, con depresiones que la llevaron al final a ahorcarse, a partir de este hecho que tiene que ver con mi historia personal, trato siempre de proyectarlo y elevarlo a la cosa colectiva, es decir, a historias parecidas que tienen que ver con esto de no poder conectarse con la realidad social, de no ser parte de ella, de rechazarla y como mecanismo defensivo, desaparecer, eliminándose para no tener que soportar esta realidad", dijo El Jatib a Rosario/12.
La obra que podrá verse todos los viernes de mayo a las 22 en la Sala de El Rayo (Salta 2991) parte, según el grupo, de esa experiencia universal que todos vivimos alguna vez al despertar, cuando en silencio e inmóvil recorremos un sueño que tuvimos, cargado de imágenes, sonidos, que las palabras no alcanzan a describir y cuyo hilo conductor poco importa.
"El espectáculo tiene que ver con todo eso. Primero, toda esta pureza que existió en algún momento y luego la aparición de estructuras como la familia, célula conflictiva y patológica, que luego se transporta y proyecta a lo social", comenta el director que retorna en esta última producción, a potenciar su conocido arsenal de recursos dramáticos.
El Jatib considera que este exponer en escena sus propias obsesiones, sus conflictos personales, lo conectan inevitablemente con un inconsciente colectivo social.
"Esto sucede, si tenemos la suficiente valentía como para poder decir y profundizar en nuestras propias cuestiones y realmente hacer emerger cuestiones personales que luego, si son verdaderas, se van a transformar en eso que puede llegar a ser el inconsciente colectivo", dice el responsable del texto, la dramaturgia y la dirección de "El fabuloso mundo de la tía Betty".
La obra según sus responsables se sucede como un vertiginoso recorrido por escalofriantes cuadros que presentan lo más miserable y sublime de los hombres, y nos da la posibilidad de ex presar esas energías violentas de nuestros antepasados que nos punzan y conducen sin darnos cuenta.
-Más allá de que aparecen reiteradas huellas de la búsqueda integral de El Rayo, ¿estás tratando de profundizar tu estética o ampliar los registros dentro del mismo formato?
-Sí, aparecen huellas de espectáculos anteriores. Eso tiene que ver con la línea ética y estética que mantenemos, es inevitable, además en éste espectáculo en particular quise poner directamente un poco de todos los anteriores, también está este espíritu de la búsqueda de un ritmo violento y de alguna manera, lo de estar siempre machacando sobre la familia, sobre el fascismo, y sobre toda nuestra historia pasada, sea tanto argentina, universal o personal, esa podría ser la esencia de los espectáculos del Rayo comenta El Jatib.
El creador y mentor del grupo, coincide en el tema de la profundización del trabajo técnico de los actores y en la continuidad en una misma línea de trabajo, lo que le permite a este colectivo teatral encontrar cosas nuevas dentro de su misma búsqueda estética.
El elenco en esta oportunidad agrupado en Operadores, está integrado por María de los Angeles Oliver, Catalina Balbi, Ada Cottu, Maywa Vargas, Sebastián Arriete y Exequiel Orteu, todos bajo la asistencia técnica de Juan Manuel Sevilla y la asistencia de dirección de Yesica Pelicates.
-Aparece algo nuevo y tiene que ver con eso de "Teatro fantasmal...".
-El Teatro Fantasmal es un concepto que surge a partir del trabajo técnico que estamos desarrollando en estos momentos y que tiene que ver con la etimología de la palabra "Fantasma" que viene de phainos (presentar) y fhaos (luz), es decir, "presentación de la luz", si lo vemos desde el punto de vista de los campos magnéticos, un fantasma es pura energía y puede transportarse de manera etérica dice El Jatib a este diario.
Este creativo investigador de la escena local, vincula también el tema del fantasma con el lenguaje teatral, que según su concepción, tendría que ver con la transmisión del actor a partir de esta fuerza electromagnética hacia el público, pero también con "nuestros propios fantasmas que emergen para presentar al espectador un reflejo de sus propios fantasmas.
Hace más de 20 años un puñado de actores congregados en torno a la figura de su maestro y director ,desataban una tormenta ética y estética sobre las calmas aguas del río que circundaba una ciudad que despertó un día iluminada por un rayo, tan misterioso como cegador.
Hoy ese Rayo Misterioso emprende una nueva aventura ,invitándonos a dar una vuelta en el tren fantasma de la enigmática tía Betty , un nuevo recorrido por sus obsesiones ,un pasadizo al oscuro mundo de los sueños, un viaje de ida a "El fabuloso mundo de la Tía Betty".
"Esta obra significa el momento en el que estamos como grupo, dinámica y técnicamente y es un resultado más dentro de un camino de búsqueda que venimos recorriendo desde hace 21 años con una entrega total, el proceso ha sido similar al de los otros espectáculos, el resultado diferente, pero siempre dentro de la misma línea estética." dice el director.
Esta última propuesta de El Rayo, es según sus protagonistas una forma de presentar la repetición de generaciones y generaciones que tuvieron que vivir sus vidas en medio de los desastres de las guerras, y de las víctimas indirectas que aún hoy siguen pagando las consecuencias de tanta pérdida.
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