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"El teatro que hago está fundado en la relación entre el actor y el espectador", asegura el director Alejandro Catalán, que esta noche volverá a presentar en Rosario Amar, obra que cosechó elogios de la crítica, que la delineó como una puesta "cruda": la media docena de actores que la protagonizan tienen a su cargo la ejecución de música, luz y sonido, apostando a la creación en directo. "Nosotros el lápiz lo tenemos ahí, en la relación de lo que los actores hacen ver y escuchar con lo que los espectadores escuchan y ven --explica Catalán a Rosario/12--. Ahí se va generando el relato. Crudo es siempre, porque como no trabajamos con intermediación sobre un texto, la relación que hay con la actuación es muy directa, muy cruda. Pasa por ver y escuchar, no por entender".

Desarrollada, según Catalán, con un lenguaje que se emparenta con "una especie de realismo casavettiano", la propuesta se distingue por las posibilidades de creación que el elenco encuentra en cada presentación. Al respecto, el director explica: "En cierta medida todas las obras son únicas en cada función. Lo que me parece es que va variando cuánto cada obra tiene de muerto y de vivo. Una obra que camina sobre el carril de la literatura tiene un peso muerto importante. Una obra que no avanza sobre los carriles de elementos muertos genera otra sensación perceptiva. Y sí, las variaciones dentro de las funciones son más cualitativas". Protagonizada por Ximena Banús, Edgardo Castro, Florencia Bergallo, Federico Liss, Paula Manzone y el rosarino Miguel Angel Bosco, Amar se presentará a las 21.30 en el subsuelo de Plataforma Lavardén, Mendoza 1085.

Llega Amar, de Alejandro Catalán

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