Fernando Cesaretti se define como un hombre "común" y de "mediana edad". Un eufemismo que le evita aclarar que ronda los 50 y que su profesión no es la de investigador ni historiador, a pesar de haber estudiado en la Escuela de Historia de la UNR. Empleado administrativo desde hace años, siempre mantuvo inalterable su pasión por la historia, la misma que hoy le posibilita sentirse un "divulgador": de manera diaria, luego de cumplir con su jornal, Cesaretti bucea en Internet, indaga en archivos históricos de la región y se contacta con distintas personas a través de las redes sociales para recopilar fotografÃas añejas y compartirlas en Rosario en el recuerdo, la página que administra en Facebook y Twitter, recientemente distinguida por la revista Rosario, su historia y región por contribuir a la difusión de la identidad histórica rosarina.
En los primeros meses del 2012, al poco tiempo de crear la página de Facebook, Cesaretti hizo una publicación sÃmil a un manifiesto: "Esta página está abierta a toda aquella persona que desee subir fotografÃas del pasado de la ciudad (hechos cotidianos, barriales, familiares, etcétera). Solicitamos quetales imágenes sean datadas ubicándolas en tiempo, lugar y circunstancias. Entre todos podemos ir construyendo un archivo gráfico de la Rosario que fue". Actualmente, Rosario en el recuerdo -llamada asà en homenaje al apartado homónimo que solÃa publicar el diario La Capital- se destaca por tener más de veinte mil seguidores de distintas edades y centenares de fotografÃas en blanco y negro y sepia -muchas de ellas son verdaderos hallazgos- que son clasificadas en álbumes temáticos. AsÃ, por ejemplo, en "El pasado en situación de calle" se guardan fotos de la vÃa pública, o en "Ciudad ferruca" van a parar aquéllas donde el ferrocarril y las vÃas son protagonistas.
Las primeras fotografÃas que le dieron vida a la iniciativa tenÃan vÃnculo con el pasado cotidiano de la ciudad, siendo la colección JoaquÃn Chiavazza una de las más solicitadas por Cesaretti, quien admira a este reportero gráfico que se destacó durante un largo perÃodo en diversos diarios populares. De todos modos, alcanzar el grueso de los seguidores llevó tiempo. El mayor crecimiento de la página, según narra su creador, fue producto de una fotografÃa de los años 30 de la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ubicada en Arroyito, donde además de la iglesia se observan las vÃas del tranvÃa sobre avenida Alberdi y un kiosco de material. La imagen se masificó como ninguna otra, y quienes la compartieron lo hicieron añadiendo un recuerdo propio o familiar.
Esto permitió vislumbrar el potencial de la red social. Rosario en el recuerdo se nutre de imágenes halladas en Internet y de archivos históricos, pero por sobre todas las cosas permite que distintas personas interactúen -los comentarios configuran un gran anecdotario sobre la ciudad- y difundan imágenes antiguas; ésas que muchas veces suelen estar confinadas a una caja, un cajón o placard. Cesaretti asegura que son muchas las fotos escaneadas que recibe, pero a veces se ve obligado a desestimarlas: "Siempre pido que me ubiquen tiempo y espacio, no todos cumplen con esto. También sucede que hay imágenes que son muy buenas como documentos pero tienen mala calidad o definición".
Otro distintivo de la página son los epÃgrafes que contextualizan las imágenes. En ocasiones, éstos llevan un arduo trabajo de elaboración al no saber con claridad dónde y cuándo fue tomada una determinada fotografÃa-e incluso hay veces que se desconoce de dónde provino-, debiendo comparar información para dar con una contextualización lo más precisa posible. Aquà también entra en consideración la participación de los seguidores, que muchas veces brindan datos adicionales. "Yo no me creo dueño de ninguna verdad. Todo el contenido de la página está dirigido a la comunidad y, por ende, es abierto y móvil; en caso de que haya errores se modifica si tengo datos más precisos", explica el administrador.
"Yo simplemente soy un divulgador-agrega-, socializo imágenes que pertenecen a un pasado común, que es el pasado rosarino". Quien escribe le pregunta, parafraseando a Spinetta, si él también se rehúsa a decir que todo el tiempo por pasado fue mejor. La respuesta de Cesaretti viene acompañada por la música de MarÃa Elena Walsh: "Quien no fue mujer ni trabajador piensa que el de ayer fue un tiempo mejor", y concluye: "No creo que el mundo de ayer haya sido mejor ni peor, ha sido distinto. Pero tiene con nosotros un lazo indisoluble. Todo recuerdo demuestra que la historia se construye desde el presente. Todo análisis que hacemos del pasado es siempre desde nuestro hoy. Creo que eso también le dio impulso e identidad a la página".
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