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Domingo, 10 de diciembre de 2006
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Con el Experimenta 8, el teatro recorre la ciudad como un rayo

El Encuentro Internacional de Grupos "Experimenta 8 teatro",
que organiza el grupo El Rayo Misterioso; sigue desarrollándose
con muy buena adhesión de públicos. Talleres y desmontajes.

Por Julio Cejas
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El prestigioso director Renzo Casali, disertó sobre "la estructura narrativa del actor". "Para mí un actor, es un poeta que escribe con el cuerpo", dijo el fundador de Comuna Baires.

Prosigue con gran adhesión de público el desarrollo de la octava edición del Experimenta Teatro que organiza el Grupo Laboratorio de Teatro "El Rayo Misterioso en su sala de calle San Martín 473. Hoy las actividades comienzan en horas de la mañana con el desarrollo del Taller "Dramaturgia del Movimiento" que coordina Miguel Issa, coreógrafo y director del Grupo "Escena de Caracas". A las 14.30, tendrá lugar la mesa redonda denominada "El Totem y la Horda", continuando a las 16 el habitual Espacio de los Desmontajes, con el análisis de la obra "Amapola" dirigida por Renzo Casali (ver programa aparte).

Para ilustrar los alcances de este verdadero espacio cultural generado por la gente de El Rayo, Rosario/12 extractó parte de la charla que el renombrado director Renzo Casali diera el jueves en la inauguración del Experimenta a la que denominó "La Estructura Narrativa del Actor".

Según el creador del ya mítico Grupo Comuna Baires, "el teatro está muerto y hoy en algunas partes del mundo tratan de recuperarlo llamándolo de otra manera, pero esta afirmación ya la hicieron otros maestros como Artaud en 1906 y Gordon Craig que fue más allá y que acuñó la frase: 'El teatro está muerto por culpa de los actores y sólo podría renacer cuando el último actor haya desaparecido del escenario'".

Casali no sólo cita a grandes maestros teóricos e investigadores del teatro sino a la famosa actriz italiana Eleonora Duse que en su autobiografía comenta que "el teatro es algo maravilloso, lástima que esté hecho por actores". Para el dramaturgo, estos conceptos "me preocupan. Estas frases de estas personalidades teatrales acerca de el teatro asesinado por los actores y parto definiendo lo que es para mí un actor, es un poeta que escribe con el cuerpo y para reencontrarme con ese actor tengo que remontarme a Grecia y comenzar a analizar la estructura de la tragedia griega; que es un modo de desarrollar este tema que tiene que ver con el actor".

Casali va a conectar este tema de la tragedia con la problemática de la comunicación y la globalización en los tiempos actuales. "La tragedia nace cuando a alguien le quitan la información, tragedia significa interrogar el misterio de algo que no logro comprender y en el caso de los individuos, de una sociedad, empiezan a transitar el territorio de lo trágico cuando alguien le quita la información. Edipo no conoce a su madre; Yocasta tampoco lo conoce a él, el incesto se produce porque ninguno tiene información acerca del otro, todos los personajes de la tragedia griega ignoran las coordenadas del conflicto que viven".

En algunos pasajes de la charla, Renzo Casali citó al célebre investigador Marshall McLuhan para referirse al tema de qué cosas entiende el espectador del teatro y si eso es a lo que aspira el creador teatral.

"Como dice McLuhan, lo que se entiende no sirve. A nosotros nos gusta poder controlar los movimientos, resolver los misterios. Vivimos en lo que yo denomino `la civilización de la respuesta', tenemos respuestas a preguntas que nunca nos formulamos". Y aseguró que "el arte no crea respuestas, debe multiplicar preguntas siempre más complicadas, al espectador le gusta poder entender, eso nos tranquiliza nos da una sensación de poder explicar lo inexplicable, por eso en el drama el objetivo es apagar las pasiones".

Con respecto a la relación entre el espectador y los hacedores teatrales, Casali se torna provocador y sus palabras podrían aplicarse tambien a la relación entre los políticos y el pueblo. "El que hace teatro está malacostumbrado a algunos clisés de la incultura teatral, todo lo que hay que hacer hay que hacerlo para el público, el público tiene razón, la mayoría tiene razón. Eso nos acompañó durante siglos, el actor estaba convencido de poder ayudar a sus semejantes. Shakespeare decía al respecto: `El espectador es aquel imbécil que paga una entrada para sufrir, mientras yo me divierto' y eso lo saben todos los que hacen teatro cuando se olvidan de la demagogia".

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