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Domingo, 4 de febrero de 2007
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LA NUEVA SALA QUE ABRIRA DE RAYO MISTERIOSO EN CALLE SALTA

Un Rayo en el corazón de Pichincha

El proyecto no fue nada fácil y se llegó hasta pedir audiencia
a Kirchner. El INT pone el 70% y la provincia el 30% restante.
Pero, la municipalidad les informó que no disponía de fondos.

Por Julio Cejas
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Esta vieja casona será la nueva sala teatral de El Rayo. Se necesitan unos 100 para reacondicionarla.

Con la obstinación que lo caracteriza y la claridad en los objetivos que vienen llevando adelante hace más de 11 años, el Grupo teatral El Rayo Misterioso prepara la mudanza de su histórica sala de la calle San Martín al 400 a la que será su definitiva y flamante sede de Salta 2991. Su director Aldo El-Jatib y una de las integrantes del elenco María de los Angeles Oliver, analizaron para Rosario/12 las alternativas que llevaron al grupo a una de sus operaciones más audaces. "Se nos hacía bastante difícil cubrir el costo de los alquileres en los últimos meses y los dueños de la casa nos informan de un nuevo aumento que es determinante a la hora de decidir que ya no podíamos seguir sosteniendo ese espacio", explicó El-Jatib. La fuente de ingresos con las que el grupo venía costeando el alquiler de la Sala, provenía en parte del dinero obtenido por un Proyecto presentado ante la Comunidad europea en el año 2004, durante su estadía en España. La idea de comenzar a pensar en un nuevo espacio surge a partir de mayo del 2006, época en que según el grupo comienzan a ponerse en marcha los mecanismos para enfrentar el inminente vencimiento del contrato y la imposibilidad de cubrir el aumento que elevaba el costo del nuevo alquiler a 3.000 pesos.

"Planteamos esta situación a la delegación provincial del Instituto Nacional del Teatro, y tuvimos una buena recepción, ya que ellos avalaron la idea de la compra de una sala, teniendo en cuenta que tampoco al INT, les convenía seguir pagando subsidios para alquiler, siendo más ventajoso cubrir el monto de un lugar estable", dijo el director de el Rayo.

En este punto la gente de El Rayo Misterioso, apelando a su trayectoria no sólo local sino internacional, lanza en junio del año pasado, una famosa proclama donde solicita la cooperación y la solidaridad de la gente de teatro para poder presionar a las autoridades y lograr sus objetivos.

"Explicamos mediante un mail masivo la situación por la que atravesábamos y la dura realidad que implicaba la inminencia de quedarnos sin espacio y recibimos más de 300 mails de apoyo a la continuidad del grupo; eran verdaderas proclamas de más de una página", sostiene El-Jatib. (ver recuadro).

Más allá de emocionarse frente a esta abrumadora respuesta de la comunidad teatral de distintos puntos del mundo, la gente de El Rayo reconoce que en parte esto se debe a que "la mayoría de los elencos provenientes de otros países que han participado en el Experimenta, se iban conformes por el trato recibido y por la atención que le brindábamos mas allá de las diferencias estéticas o ideológicas que tuvieran con nosotros". Esta impresionante respuesta fue una de las claves para decidir el futuro del grupo y pesó a la hora de solicitarle al Instituto Nacional del Teatro el apoyo económico para la compra del nuevo espacio teatral.

El director de "La Consagración de las Furias" plantea que "no existía en los reglamentos del INT, la figura de compra de salas y a partir de esta movida se creó una convocatoria para que los grupos interesados se anoten para la adquisición de una sala, nosotros fuimos los primeros en presentarnos y en obtener ese subsidio".

Otro ingrediente de fuerte impacto que influyó sobre la decisión de las autoridades del Instituto Nacional del Teatro, fue sin dudas el pedido de audiencia realizado por la gente del Rayo al mismísimo Presidente de la Nación, Néstor Kirchner.

"Decidimos utilizar todas las estrategias posibles y parece que ese pedido de audiencia al Presidente, generó un llamado de la Presidencia de la Nación a los responsables nacionales del Instituto para que nos concedan una entrevista a los efectos de considerar el tema nuestro; allí se produce un quiebre importante en la situación y creemos que inclina la balanza a favor de nuestra lucha".

A partir de otorgado el subsidio, el grupo se pone en marcha para la ubicación del nuevo lugar que se encuentra en el corazón de Pichincha y a partir de ese momento se inicia una nueva y no menos ardua etapa plagada de trámites burocráticos.

"Durante el último Experimenta, recibimos la noticia de que el subsidio había sido otorgado y una vez ubicado el lugar tuvimos que confeccionar el plano y conseguir su aprobación, requisitos previos para la firma del boleto de compra-venta". A pesar del importante apoyo brindado por el INT cubriendo el 70% del costo del inmueble, el éxito definitivo de la operación depende ahora del aporte de la Secretaria de Cultura de la Provincia que se comprometió a aportar el 30% restante.

Debido a la importancia que significa para la ciudad la apertura de una nueva sala teatral, la consulta a la gente de El Rayo también se relacionó con la actitud de la Secretaria de Cultura de la Municipalidad en esta movida.

"Nos dijeron que nuestro pedido era imposible de contemplar, que no estaba contemplada la figura de compra de salas y agregaron que ni siquiera pudieron arreglar los baños de el C.E.C, por falta de fondos", afirmó El-Jatib. Una extraña y enigmática respuesta de un organismo que ha recuperado salas históricas como las de el Cine Lumiere o el teatro La Comedia, con costos superiores a los que necesita el Rayo para adquirir su nueva Sala.

Por otra parte y debido a las modificaciones que la antigua casa requiere para comenzar a funcionar como Sala teatral, el Rayo necesita cerca de 100.000 pesos extras para reacondicionar este nuevo espacio lo que implica la suspensión de las actividades que son la única fuente de ingreso de el grupo.

"Paralelamente, estamos peleando otros apoyos que nos permitan funcionar a pleno y a mediados de junio programamos una muestra de los trabajos del último taller y la reposición de Litófagas en una nueva versión que estrenamos en España pero en la sala del C.E.T.", comenta María de los Angeles Oliver. Como casi toda la nueva camada de integrantes de El Rayo, Olivier reafirma la convicción original que sostiene a esta agrupación teatral frente a las diversas contingencias por las que vienen atravesando sin fisurar sus objetivos fundadores. "Nos parecía una meta difícil de alcanzar, pero siempre funcionamos así, al límite, al todo o nada. De todas maneras ya era el tiempo de que el grupo tuviera su propio lugar; igualmente nos asombramos del estado en el que estábamos 6 meses atrás y lo que hemos conquistado en este momento".

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