Apuntado como uno de los artistas jóvenes más importantes de la música uruguaya, MartÃn Buscaglia sintetiza en su obra la herencia directa de creadores como Rubén Rada, Fernando Cabrera, Eduardo Mateo, Jaime Roos o los hermanos Fattoruso junto con una búsqueda personal que encuentra una de sus claves en el desprejuicio genérico. Construyendo siempre desde un interés que mucho tiene que ver con el juego, Buscaglia llegará esta noche a Rosario para recorrer las obras de su último disco, el elogiado El evangelio según mi jardinero, en un recital que servirá como número central de la "Fiesta Más tarde que nunca", encuentro que contemplará además la proyección de cortometrajes y fotografÃas digitales, la presentación de las revistas culturales Plan V, Boga y Atypica, y la participación de los sellos independientes Los años Luz, Estamos Felices, Ultrapop, Px Discos y Rockaway Records. Todo ello tendrá lugar desde las 22 en el Galpón 11 (a partir de que el CEC está destinado a la recepción de donaciones para los afectados por la inundación), donde Buscaglia arribará acompañado de Nicolás Mora en guitarra, Mateo Moreno en bajo y Cheche Etchenique en baterÃa.
Será esa formación de cuarteto desde la cual Buscaglia recorrerá sus últimas creaciones como compositor, profesión que abrazó naturalmente a partir de un entorno familiar vinculado con el arte, y gracias seguramente a las amistades de sus padres, entre las que se contaban nada menos que los propios Rada, Cabrera y Mateo. Bajo ese influjo, el joven Buscaglia ligó su destino a lo creativo, según narró en su entrevista con Rosario/12: "Nunca me lo plantee mucho, siempre tenÃa en claro que si no era músico igual iba a escribir, filmar o esculpir. Tengo recuerdos muy vÃvidos siendo chiquito y percibir, disfrutar y gozar esa energÃa que se daba en casa. Recuerdo ver a mis viejos con amigos tocando hasta el amanecer, y que no fueran a trabajar al dÃa siguiente para quedarse haciendo un tema o preparando un espectáculo. Tengo ese recuerdo como algo muy pletórico, muy energético, entonces no fue que un dÃa de adolescente descubrà un disco y decidà hacer música, sino que compongo desde que tengo memoria".
-¿Las expresiones culturales eran entonces parte de sus juegos?
-SÃ, sin duda. ComponÃa sin saber tocar ningún instrumento, además escribà siempre. Sacaba un diario ultra surrealista en el colegio y en el liceo, tenÃa una murga... A la vez también jugaba al fútbol todo el dÃa, tampoco es que vivÃa en una burbuja hippie. Pero sà lo tenÃa súper presente y como muy natural. Recién después de grande tomás más noción que puede parecer curioso, pero yo lo vivà como que eso era para lo que estábamos, lo que se hacÃa.
-A partir de eso, hacerse músico profesional debe haber sido también algo natural...
-SÃ, porque siempre compuse y armé cosas. Y la primera vez que toqué temas mÃos en vivo, ante público, fue con un trÃo con Eduardo Mateo, que para mà tiene las músicas más increÃbles y que más me han enseñado en este mundo. Y era medio tÃo mÃo, entonces tocaron de onda con el sobrino adolescente que tenÃa unos temas. Eso fue la primera vez, y a partir de ahà no paré.
-En alguna entrevista hablaba de Cantacuentos (el proyecto de música para niños que lo tiene como director artÃstico) y lo asoció con la cuestión lúdica de los niños. ¿De sus discos, El Evangelio... es donde más presente está el juego?
-SÃ. La verdad es que también tengo una real admiración y una gran influencia de todos los laburos de los surrealistas, los dadaÃstas, desde muy chico. La caza del Snark de Carrol es el libro que más leà en mi vida. Ellos también exploraban por ese lado, yo me acuerdo de ser chico y hacer cadáveres exquisitos y cosas asÃ. Entonces lo lúdico siempre está presente, y aunque quiero mucho a mis otros discos (porque realmente reflejan lo que yo era en cada momento) es con este con el que siento que realmente pude sacar de adentro todo ese sonido que tenÃa en la cabeza. Entonces creo que lo lúdico siempre está en los otros, pero sin duda en éste se muestra más a la vista. Pero no porque sea nuevo en mÃ, sino porque es el disco donde pude amalgamar con más claridad todas las cosas que me interesan o me seducen.
-En su página aparece un listado de los discos que le gustaron el año pasado, y allà hay mucho de canción en formato pequeño, pero a la vez una multiplicidad de géneros.
- SÃ, la verdad que eso es asà y lo siento naturalmente. No es que me proponga un eclecticismo o una variedad de géneros como filosofÃa, sino que es lo que me sale y lo que realmente escucho. Soy extremadamente melómano y estoy todo el tiempo buscando cosas nuevas, o cosas antiguas que son nuevas para mÃ. Me parece bastante aburrido el dedicarse a tocar música de género.
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