La revelación del nombre de un supuesto cómplice de Juan Pablo Carrascal en la violación y muerte de Daniela Spárvoli, hecha por Marta Ferreyra -madre de la vÃctima- el último viernes en las puertas del juzgado de Cañada de Gómez, provocó un sinnúmero de especulaciones en torno del desenlace de la causa. Rosario/12 analiza en exclusiva las dudas y certezas que hasta el momento figuran en el expediente. Y por primera vez se conocen parte de las declaraciones del detenido.
* Una certeza. La principal certeza radica en que está claro que Juan Pablo Carrascal tuvo que ver con el caso Spárvoli: fue el autor material y uno de los que la violó. Este punto lo cimenta el resultado positivo del ADN, el hecho de conducir una Renault Express color azul -tal como la descripta por testigos como a la que ascendió la maestra rural de regreso a su hogar-, y además porque Carrascal reconoció que ese dÃa estuvo en Cañada de Gómez buscando un presupuesto, dato corroborado además por testigos. Y finalmente está su propia declaración, ya que tanto en la confesión policial como en la indagatoria ante la jueza y una ampliación posterior se inculpó a sà mismo. Estos elementos llevaron a la jueza Ana MarÃa Bardone a procesarlo por "abuso sexual con acceso carnal, homicidio y robo calificado".
* Principal duda. Radica básicamente en si intervino o no otra persona, y por supuesto quien era esa persona: si era el suegro o si pudo haber sido otro u otras personas. Abona esta idea un informe médico forense que aseguraba que el crimen debió haber sido cometido por más de una persona, a juzgar por los rastros en el cuerpo de la vÃctima.
* ¿Lazo o manos?. Todos los especialistas coincidieron en señalar que la muerte fue por estrangulamiento, y la mayorÃa señaló que fue un "estrangulamiento a lazo", es decir ayudados por algún elemento como una soga, un cable o tal vez un cinturón. De las pericias sobre el cuerpo también se hallaron en el cuello marcas producidas por un elemento fino usado para estrangularla.
La duda en este punto es que Carrascal en todas sus declaraciones reconoce que una vez en el piso la "asfixió con las manos", colocando además una de sus rodillas sobre el pecho de la vÃctima. Pero los peritos forenses habÃan asegurado que para estrangularla se debió haber hecho fuerza en dos direcciones distintas, para cerrar el lazo sobre el cuello de la vÃctima.
* Pericia pendiente. Otra duda es porqué el testigo que vio ascender a la vÃctima al utilitario, no observó a nadie descender desde la cabina, para volver a ascender al vehÃculo por una puerta posterior. Aun no fue peritada la Renault Express de FormÃa, que manejaba Carrascal el 12 de mayo de 2003, para analizar su estructura interna, y asà descartar que el suegro -tal como lo dijo Carrascal en la primera confesión- pudiera haberse pasado a la caja trasera por el interior de la misma.
* ¿Uno solo?. Tampoco terminarÃa de explicarse porqué si hubo una sola persona como autor de la violación seguida de muerte, pudo haberse encontrado semen en boca, ano y vagina de la vÃctima.
Más allá de los dichos públicos, técnicamente en el expediente no hay dos declaraciones: hubo un interrogatorio sumario simple, que no tiene el valor de la declaración indagatoria, y que es considerada la primera "confesión" de Carrascal. Este trámite es una posibilidad que tiene la policÃa, pero la misma puede ser cuestionada fácilmente por el abogado defensor, ya que no están dadas todas las garantÃas al no estar presentes ni un juez ni tampoco un abogado defensor. Solo se leen los derechos que le asisten al detenido. Por eso innumerables fallos judiciales han objetado este tipo de confesiones.
Ahora bien, la primera declaración judicial, considerada como la segunda confesión de Carrascal, se realiza también en sede policial, pero en este caso en la Unidad Regional de Cañada de Gómez ante la jueza Ana MarÃa Bardone, el fiscal de la causa y la secretaria.
En la primera confesión frente a las Tropas de Operaciones Especiales, el detenido cuenta en forma pormenorizada como fueron ocurriendo los hechos. Y asegura que la tarde del crimen iba acompañado por quien era su suegro de entonces, Carlos FormÃa.
De igual modo reconoce que en el mes de junio de 2003, un mes después del crimen, habÃa sido convocado junto a su novia Carla FormÃa para saber donde habÃa estado la Renault Express azul el dÃa del asesinato. La hija de FormÃa aseguró que el vehÃculo conducido por su novio habÃa estado en Cañada de Gómez porque habÃa ido a retirar un presupuesto a un comercio que vende productos de electricidad, sin dar mayores detalles. Por su parte, Carrascal asegura que fue acompañado por su suegro, quien no se bajó en el comercio. También la firma Cicioli electricidad fue consultada y contestó que no era usual que Carrascal fuera allà con FormÃa.
Siguiendo con la primera confesión, Carrascal relató que "el 12 de mayo de 2003 circulaba por calle Moreno (en Cañada de Gómez hacia la ruta 9, para regresar a Las Parejas), cuando mi suegro la vió (a Daniela haciendo dedo) y me dijo 'mira que linda chica, vamos a llevarla'. Yo agarré viaje, asà que di la vuelta en U sobre la misma ruta, a la altura de la estación de servicio". Según Carrascal Daniela "no quiso subir porque no habÃa lugar (en la cabina), pero mi suegro la convenció pasándose a la parte de atrás y sentándose sobre la rueda auxiliar. Recién entonces subió".
Carrascal no describe en su relato si su acompañante descendió y volvió a ascender al vehÃculo por la puerta trasera. Este dato es muy importante para la credibilidad del relato, ya que dos testigos aseguran haber visto a la maestra rural subiéndose a una Renault Express, pero nunca relataron haber visto a alguien descender del utilitario para volver a subirse por la puerta trasera. Ahora deberá peritarse el utilitario de los FormÃa para ver si la estructura interna de la Express permite pasarse a la caja trasera sin salir al exterior. Esta es una de las medidas propuestas por los abogados patrocinantes de la familia Spárvoli y de Ariel Sade -ex esposo de la vÃctima- propusieron esta medida.
En su primera confesión policial, Carrascal continuó relatando que circulaba hacia Correa por la ruta 9 hasta que llegó a la entrada del camino rural que conecta con Bustinza, y que frenó porque "venÃa alguien de frente", y que recién entonces ingresó. Fue entonces que ante el desvÃo Daniela "preguntó hacia donde Ãbamos y mi suegro le contestó 'quedate tranquila que vamos a hacer una fiesta'". Ante la respuesta Daniela "manoteó la puerta para escaparse, por lo que mi suegro pasando su brazo desde atrás la inmovilizó, rodeándola por el cuello. Yo seguà mientras ella forcejeaba para bajarse, hasta que frené frente a una tranquera".
Contrariamente en su confesión ante la jueza, cuando el detenido se hacer cargo del crimen en forma personal, Carrascal asegura que ante la resistencia de su vÃctima la tomó de los pelos, y bajó la velocidad, siempre sobre el camino de tierra.
Las dos declaraciones coinciden en el lugar del crimen: la tranquera ubicada a unos de 1200 metros de la ruta. "Cuando llego a la tranquera, paro la chata y bajo a la chica por el lado del conductor tomándola de los pelos y un brazo, porque se resistÃa. Mientras mi suegro se baja por detrás de la camioneta". Después Carrascal relata cómo junto a él la violan. También como su cómplice le pega una trompada en la cara, y la tira al piso, mientras le grita 'dale vos para que no hable'. Y entonces Carrascal le pregunta que hacer, y el suegro el grita 'matala, para que no nos mande al frente". Cabe remarcar que en las dos declaraciones el detenido asume ser el autor material del asesinato.
Los abogados propusieron diligencias entre ellas una nueva ampliación de su declaración indagatoria: una de las consultas de los letrados será el horario en que ocurrió el crimen, y a qué hora regresó a Las Parejas el detenido.
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