Esa mañana, yo estaba tranquilo en mi toldo, prendido al mate con bizcochos campeón, cuando, de golpe sentà una jedentina a grasa de potro y alcohol. El capitanejo Manuel Borravino habÃa penetrado sin llamar. Alcé la vista y lo escruté. TenÃa un color terroso. No era un ejemplo de buena salud. HabÃa habido una gran chupandina en la noche y él se habÃa despertado de madrugada, con el culo en la pelopincho a medio llenar y un bonete de cartón pintado en la cabeza. La china Marta, su concubina, disgustada por su comportamiento licencioso, lo habÃa desalojado de su toldo cuando pretendÃa seguir durmiendo la mona cómodamente ahà y habÃa pasado el resto de la madrugada mixturado entre los perros cimarrones. "¿A usted le parece?" me dijo con suave indignación. Yo, incómodo, por toda respuesta, hice rechinar la bombilla sumergida entre unos paraguayos que ya comenzaban a flotar. "¿A usted le parece?" volvió a la carga, al no obtener una respuesta satisfactoria. Yo le eché una ojeada a mi "Mondia Quartz". 11:45. El consultorio sentimental habÃa comenzado. Se habÃa sentado en una silla que rechinó fuertemente al recibir su peso. "¿.....que a esta altura de mi vida.....?" siguió. Yo, nada. "¿.....no sea dueño.....?" continuó como en una plegaria. Mi silencio era pétreo. Optó por eructar desagradablemente al no hallar respuesta de mi parte, como en un reproche. "Y bueno, amigazo" casi me và obligado a responder "Calavera no chilla". ".....pero usted no es casado. No tiene que rendirle cuentas a nadie", dijo. "Bueno, pero al ser casado, usted disfruta de otros beneficios" le mentà tan descaradamente que enrojecÃ, porque yo estaba muy cómodo con mi solterÃa. ".....no sabe cómo me tiene" siguió sin escucharme. "Me tiene sin aliento; me tiene en la picota; me tiene cortito; me tiene.....optó por ser más explÃcito" .....con las bolas por el piso. Que "adónde vas", que "no te desabrigues", que "usá pantuflas", que "otra vez achumado", que "¿no te vás a bañar?", que "otra vez comiste ajo", que "qué hiciste con la toalla?", que "tengo las sábanas limpias", que "otra vez con esa camiseta", que "cambiáte, por favor", que "todo el dÃa lavándote ropa", que "afeitáte"....."Bueno, ya vé, yo uso esta barba patriarcal...." traté de escaparme por la tangente.....Hizo un gesto como restándole importancia a mi comentario. "Es que no es ése el problema, mi amigo. No tengo libertad, no soy dueño de andar como se me dá la gana, la indiada me vá a perder el respeto, voy a dejar de ser esa centella en el malón....."Estaba por decirle que más que centella, ahora, si no aflojaba con los postres iba a poder hacer la propaganda de michelÃn pero me callé a tiempo. "Bueno, cálmese, amigazo. No ha de ser....." busqué algo con que terminar la frase ".....tan.....tan.....tan fieraza la tormenta como la pintan" me animé. ".....tan.....retobado el buey que no se le conozcan las mañas", dije ya envalentonado. ".....tan.....artero el chancho que pisotee su propio chiquero".".....es que no me deja hacer nada.....", continuó. Yo ya no lo escuchaba. Estaba enfrascado en mi vena poética, indetenible, una vez exacerbada.".....tan ingratas las oscuras golondrinas que no retornen a su campanario". "Todo le molesta.....". "De tanto en tanto, cada estación....nada le conforma.....". "Se hace astillas el bagual" El indiazo se ofuscó. "No es hora de hacer poesÃa, aparcero. Y yo soy muy comprensivo. Mire que la otra vez estaba contemplando un nido de copetonas desde la hamaca paraguaya, ella me alcanzó un mate frÃo y no la maté de un palo". "Bueno, éso serÃa una salida brutal anque novelesca". "La otra noche me hizo pasar un calor....Yo estaba meta yapai yapai con los alzaditos en la bailanta del Zenón Ochoa. Mucho lindo güen beberaje. Huinca tacaiñé. Hembras superiores. Luces estroboscópicas. Mucha guirnalda de cotillón fiorella. ¡Y de pronto se aparece la bruja esta y me lleva de los pelos para el toldo!. ¡Los alzaditos se agarraban el abdomen de risa! . Asà voy perdiendo el cartel. Cuando haya otra junta de doble A.....¡no me van a invitar más!", los ojos se le pusieron como dos huevos duros. "Bueno", dije conciliador "Pero usted. ya no es ningún mocito. Ya vá siendo hora de que siente cabeza"."¿Di ánde?" relinchó Si yo me siento con las nalgas". La imaginación se me disparó a una buena milanesa, pero afortunadamente pude volver a la realidad y dejar de pensar en esa moza de ojos verdes que habÃa conocido en un ballroom de Milán. Volvà a la realidad de los toldos. A una reyerta familiar entre el capitanejo Manuel Borravino y su concubina, la china Marta. Al paisaje agreste de la Pampa. Al viento Zonda y su carga irritativa para la mucosa ocular. A la yerra. A la doma y el folcklore. A los fogones concurridos por los sufridos peones. A la seca. A la inundación. A los esteros. A los caranchos y su ronda siniestra. A la buena carbonada. Al asado de tira. A las empanadas. Al vino tinto fuertón. Y ahà pude retomar la idea del capitanejo Borravino y su figura excedida. "Bueno, amigazo", retomé. "Usted ya se está poniendo en años mayores. Si su prienda le dice que se bañe, que se afeite....hágale caso.....Y llévela a ver cosas lindas. Un ocaso.....una romerÃa.....un corso.....una exposición de arte.....una feria.....el Parque Independencia.....el Gusano Loco.....el Tren Fantasma.....Mundo Marino, a lo mejor la dejan adentro. Regálele algo lindo. Póngase buen mozo". Se encaminó a la salida de mi toldo. ¡Qué estampa!. No dijo nada y me hizo caso, parece. Ahora anda de lo más paquete. Limpio, perfumado, afeitado. Es una joyita. Siempre se lo vé del bracete con la china Marta. Antes que ir a la milonga, ahora prefiere seguir a "Excursionistas" por "Radio Stentor". Es un varón domado. Un capitanejo de ahi. Los alzaditos ya no lo vienen a buscar. Ahora es un hombre hecho y derecho. Un torazo que no es de arriar con el talero. El diablo sabe por diablo. Pero más sabe por viejo. En fin, a mi edad.....soy una enciclopedia.....un manual péuser.....todo un kapelusz. El otro dÃa me vinieron a hablar para dictar un cursillo sobre "la armonÃa en la pareja".....o sobre "la aurora en Las Parejas". No escuché bien.....Es que ese cañonazo en la guerra del Paraguay me dejó un trauma acústico. Son las secuelas bélicas.....Eso.....las escuelas laicas. ¡Están locos!.....Si yo nomás lo hice de gaucho.
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