Imprimir|Regresar a la nota
Sábado, 19 de abril de 2008
logo rosario

YO NO SOY COMO USTED UN SER COMPLETO

Por Miriam Cairo *
/fotos/rosario/20080419/notas_o/08A.JPG

ASTEROIDE

Es cierto que en su gesto de hombre hay un aire despavorido. Sus ojos oscilan entre la potencia de los vocablos masculinos y la fragilidad que no reconoce género. Su ansiedad no es una rebeldía, ni busca ninguna comunión con el dios de los creyentes. Si sigo buceando en su psiquis de asteroide y en sus bríos de caballo, es por el pasmo del alma y el esplendor del polvo. Yo creía que cuando él narraba la triste historia de sus días, anhelaba vivir en esa hora en la que el tiempo arde despacio al fondo de las lágrimas. No imaginaba que no se atrevía a soñar por miedo a que sus sueños se cumplieran. Hay mucha gente supersticiosa. Conozco mujeres que se esmeran en fortalecer su sonsera pues temen que la inteligencia pueda volverlas estériles.

IDEAL

A fuerza de errores voy consolidándome en mi método y mi principio. Siempre que puedo trato de cortar el brazo derecho del cielo y lo arrojo al corazón izquierdo del infierno. Este ideal de cizalla obviamente me aísla.

MAÑAS

La forma en que mi memoria se beneficia de los recuerdos es, justamente, la explotación irracional de ellos. Pero no malgasto la repetición de los carnales sucesos, sino que los aprovecho, para reproducirlos con dedicación minuciosa, para reinterpretarlos desde una vocación afirmada en insaciables mañas. Cierto es que al llegar la señal ciega, el ascenso no puede evitar las consecuencias melancólicas.

CIEMPIES

Si le hubieras preguntado por mí a la portera de tu edificio creo que te habrías sorprendido, porque ella sabría de mi existencia. Así te habrías vuelto más cuidadoso que un ciempiés para no llenar de huellas tu secreto. Espero que nunca vayas a hacerme visible, que no renuncies a la sigilosa irrealidad de mi presencia. Ojalá nunca me hagas mirar en el triste espejo de las tristes esposas. Yo también seré cuidadosa como un ciempiés: jamás preguntaré por vos al portero de mi edificio. No contribuiré para que seas visible como una repetición gastada de vos mismo. No te nombraré a cada hora. No portaré tus anillos. No tendré claro si al vaciarse tus manos en mi sexo, mi grito romperß el cristal del mundo nunca visto. Nunca sabré cómo se escribe la triste canción de los tristes esposos.

COMPETENCIAS

No quiero saber si ella lo niega en la cama o lo destruye entre dientes. No quiero saber si los domingos tiene deseos de derrumbarla a muletazos. Yo le digo que todos los animales en prisión deben ser pacientes, aunque las ocupaciones de los animales en prisión no me competen.

ESPERANZA

Si alguna vez yo le dijera "te amo, y vas a tener que saltar hasta acá", espero que él no salte porque entonces yo sería como aquella que dice "no te amo, pero quiero que permanezcas acá". Hasta ahora, ninguna esperanza me resulta lo bastante cruel como para destruir el error mediante el cual nos construimos. Aunque ello no me impide saber que la piedad lujuriosa puede convertirse en apenas piedad.

OSCURIDAD

Hay cierta utilización del color y la textura que tiene que ver con la enfermedad, con el insomnio, con el mito de la noche que todo el tiempo ofrece un sitio inmaterial para escribir, para desnudar, para rasgarse.

Todo aquello que creo mío sólo la ausencia le concierne. Tengo idea de cómo entrar y no de cómo salir de los espejos. Por ello me he perfeccionado en la tarea de crear pasadizos, carruajes, hilos, compuertas. Mi trabajo cotidiano reside en tener el dominio de mí, cuando lo necesito y en perderlo por completo cuando no me hace falta. No ha sido mi meta andar separada del camino, pero el camino siempre está lejos de mis metas.

* [email protected]

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.