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Martes, 5 de mayo de 2009
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Cazadores cazados

Por Sonia Tessa
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La agresiva -por decir poco- publicidad del desodorante Axe hizo correr la indignaci贸n entre las feministas. El juego "Garrotazos de amor" era simplemente inadmisible, con la suma de 1000 puntos ante cada garrotazo asestado a una mujer. Claro que si el golpeado era un hombre, se restaban 500. Y con los 50 segundos que cada participante ten铆a para pegarle a la mayor cantidad posible de mujeres. Una nota de Mariana Carbajal, publicada el 13 de abril en P谩gina/12, dio cuenta de las distintas iniciativas contra la publicidad y apenas tres d铆as despu茅s, la misma periodista relat贸 que la empresa Unilever hab铆a sacado el juego de la red. Pero la discusi贸n reci茅n empezaba. Y promete ampliarse no s贸lo a la manifestaci贸n extrema de sexismo utilizada como estrategia de marketing de este desodorante, sino a la discriminaci贸n hacia las mujeres -abierta o encubierta- presente en gran parte de la publicidad que circula en los medios de comunicaci贸n.

Entre las distintas acciones realizadas en todo el pa铆s contra esta publicidad, la concejala socialista Marisa Pugliani present贸 un proyecto de declaraci贸n en el Concejo Municipal. El cuerpo legislativo local puede emitir declaraciones, y de hecho lo hace sobre distintos temas. La pol铆tica municipal dej贸 de reducirse -hace muchas d茅cadas- al alumbrado, barrido y limpieza. Por el contrario, la Municipalidad de Rosario hizo de la lucha contra la discriminaci贸n hacia las mujeres una pol铆tica de Estado. Sus dos planes de igualdad de oportunidades lo testimonian. La iniciativa fue aprobada por unanimidad en el Concejo. Es m谩s, en la comisi贸n de Derechos Humanos, la declaraci贸n de repudio cosech贸 una adhesi贸n inesperada: la concejala justicialista Luisa Donni record贸 la denuncia que present贸 ella misma, en la d茅cada del 80, contra la publicidad de pi帽a colada que mostraba a una mujer con el ojo morado pidiendo: "Dame otra pi帽a". Tras la aprobaci贸n, la concejala enfrent贸 cr铆ticas por la falta de competencia del Concejo en la regulaci贸n de estos temas.

Que el Concejo deba ocuparse de los temas de la ciudad no significa, para Pugliani, que pueda permanecer al margen de los grandes debates como es -deber铆a ser- la violencia de g茅nero. De hecho, el Congreso Nacional sancion贸 hace apenas un mes la Ley Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. "Me pareci贸 importante que esto se debata en el Concejo. Porque es otra forma de hacer visibles situaciones de extrema gravedad, que de otro modo pasar铆an desapercibidas", argument贸 Pugliani. Para ella, la tarea de concejales no se reduce a temas de servicios, sino que apunta tambi茅n al lenguaje como construcci贸n social. "Tenemos el deber de construir una sociedad m谩s igualitaria y m谩s democr谩tica", apunt贸.

La concejala considera imprescindible poner en debate el lenguaje de los medios, sus estrategias y la posibilidad de reemplazar los estereotipos por ideas m谩s constructivas que apunten al desarrollo integral de las personas. De hecho, para su proyecto recogi贸 conceptos de la denuncia de la legisladora porte帽a Diana Maff铆a ante el Observatorio de la Discriminaci贸n en Radio y Televisi贸n. No fue la 煤nica reacci贸n institucional: la diputada nacional Marcela Rodr铆guez impuls贸 una declaraci贸n de repudio de la C谩mara baja. Tres legisladoras nacionales del Frente Para la Victoria, Juliana Di Tullio, Diana Conti y Mar铆a Teresa Garc铆a fueron m谩s all谩, y llevaron la denuncia directamente a la justicia penal.

Claro que tambi茅n -antes, durante, despu茅s- organizaciones de mujeres de todo el pa铆s hab铆an puesto el grito en el cielo. Y por supuesto, las feministas rosarinas no estuvieron ausentes del debate. Porque no se trata s贸lo del "jueguito" de Axe, sino del compromiso social para erradicar la violencia de g茅nero. Mujeres Autoconvocadas Rosario expres贸 su preocupaci贸n por "el incremento de propagandas televisivas y radiales de diferentes productos que contienen discursos con significados negativos y discriminatorios hacia las mujeres y a sus actividades, constituyendo en algunos casos una verdadera apolog铆a a la violencia hacia las mujeres. No cabe en este caso el recurso de asignarles una nota humor铆stica cuando el humor no es compartido sino que es denigratorio y ofensivo".

MAR apunta al eje del discurso de la empresa. Como la mejor defensa es un buen ataque, lo primero que se dice en estos casos es que "las feministas no tienen humor" o que "buscan problemas donde no los hay".

El humor puede ser liberador o denigratorio, y en este caso no hace falta decir que se trata de la segunda opci贸n. Las 207 mujeres muertas el a帽o pasado como consecuencias de la violencia de g茅nero (seg煤n un relevamiento realizado por la ONG Casa del Encuentro) son una clara prueba de cu谩ntas construcciones sociales -discursivas, materiales, educativas- se ponen en juego para reforzar los estereotipos de la sociedad patriarcal, donde se cuece el caldo de la violencia.

En el mismo sentido se expres贸 el Area de la Mujer de la Municipalidad. "Las manifestaciones de la naturalizaci贸n de la violencia contra las mujeres, aunque est茅n recubiertas con el ropaje del 'humor', no dejan de ser en definitiva una grave violaci贸n a los derechos humanos, mucho m谩s cuando haciendo uso de un lenguaje sexista - tanto oral como gr谩fico- recalan directamente en pr谩cticas ancladas en una construcci贸n estereotipada te帽ida de misoginia", indicaron desde el Area que dirige Silvina Santana.

Aunque algunos crean que es una discusi贸n lejana, y que los 谩mbitos adecuados para el debate est谩n en la capital Federal, las feministas rosarinas consideran que se trata de una batalla pol铆tica para dotar a la vida cotidiana de nuevos sentidos. Esa es la apuesta permanente del Movimiento de Mujeres: des-naturalizar lo natural, develar las construcciones simb贸licas, de-construir sentidos para dotar a la vida en com煤n de registros igualitarios, donde los hombres no sean cazadores y las mujeres no sean presas.

"Los cambios culturales exigen actitudes responsables de parte de todos los actores sociales, entre ellos, las empresas y los medios de comunicaci贸n, los que nos saturan con temas de inseguridad pero no se plantean que la mayor inseguridad que padecen las mujeres proviene de su entorno m谩s cercano, como claramente lo demuestran las estad铆sticas", indica otro p谩rrafo del comunicado de MAR. Usar las palabras elaboradas por las feministas significa tambi茅n apropiarse de ellas: en la Argentina es m谩s factible que una mujer sufra una agresi贸n dentro de su casa que fuera de ella.

La historia de los "Garrotazos de amor" termin贸 como deb铆a ser: la empresa retir贸 el siniestro juego de su p谩gina web, aunque dej贸 la semilla de los estereotipos en www.cazadoresaxe.com.ar. Para indignarse, basta con un click.

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