* TenÃa una librerÃa. Pequeña, artesanal, cuidada. Le robaban ejemplares por su exagerada confianza en el género humano y porque no admitÃa que alguien se pudiera quedar con algo ajeno y más aún con un libro, objeto sagrado si los hay. Un amigo le presentó a una chica pequeña, con cara de bruja, vestida a la antigua. "Te va a ayudar. Es vidente y adivina quien roba y quien no". La paga consistÃa simplemente en dejarla leer todo lo que quisiera. En un mes detuvo a cinco personas y sin violencia le retiraba los ejemplares escondidos entre sus cosas con una pena y satisfacción enormes. La bruja sólo contemplaba desde sus ojos de tomógrafo la escena.
* Al pibe no le explicaban nada. Su mamá no tenÃa casi lengua y el padre volvÃa de la fábrica ausente y fusilado. La llegada de los albañiles lo revolucionó: Por fin tenÃa con quien hablar y lo dejaban jugar en la arena y hasta le hacÃan preguntas y charlaban en el descanso del mate. Un mediodÃa hasta comió asado con ellos. Cuando se fueron sin despedirse lloró todo un dÃa. Su madre, empecinada en ver la novela, hastiada, lo fajó a chancletazos. El pibe aún recuerda la escena con furia: él habÃa pensado que esos tipos que construÃan en los fondos eran parte de su familia. Pero nunca nadie le explicó. En esto piensa mientras hoy revoca y el niño de la familia lo charla y él sonrÃe y le regala bloquecitos de portland con que levantar sus casitas.
* Cuando ocurrió aquello, en esa noche serrana lejos de asustarse se maravilló: Por la ventana abierta mientras él miraba el techo con la luz prendida ensoñado en el silencio de grillos y ventisca vió asomarse el morro completo de un caballo curioso por el rectángulo iluminado de la ventana. Le estaban dando la bienvenida. Tanto que se quedó a vivir para siempre.
* Le jaquearon la cuenta al punto que en sus contactos habÃa gente del pasado, odiada y perjuriada en nombre del Bien a quienes nunca más iba a escribirles y resultó que se encontró con ellas quienes le preguntaban que pasaba. Como no tenÃa ganas de explicar el asunto, sencillamente contestó con un Nada generalizado. Y algunos le recriminaron su sicopatÃa, su histeria y su cobardÃa. En fin, se dijo, mientras cambiaba la contraseña por tercera vez en la semana.
* La acompañó hasta el auto y al verla tan borracha condujo. Mientras lo hacÃa una laucha apareció emergida del capot y se tiró al pavimento. "¿Viste eso?", dijo ella en medio de las brumas del alcohol. El, que habÃa distinguido todo claramente le aconsejó cerrar los ojos porque empezarÃa a ver cosas raras como le solÃa ocurrir cuando tomaba. Ella se asustó y pidió que la acompañase hasta su casa y se quedara a dormir. "Es por mis visiones", tartamudeó. En el amanecer mientras la desnudaba, aterida de frÃo y de pavor a la vez que se dejaba acariciar con los ojos fuertemente cerrados, el agradeció al roedor por el momento regalado.
* "Los lagos artificiales son un reducto de entes inimaginables; oscuridades que nacen del cemento, del fondo espúreo que rechaza toda actividad paranormal real por una combinación siniestra entre lo nacido por mano del hombre y de la basura acumulada que se forma y provoca nacimientos de monstruos". En algo asà pensaba porque veÃa a una dulce parejita meter sus manitos en el agua mientras remaban con un botecito de propaganda de yogurt, apto para la masacre, la sangre y las escenas horrorosas. No le sorprenderÃa que una boca llena de dientes los arrastrara. SerÃa justicia, además.
* Cuando chico iban hasta el campito con su primo y pateaban penales imposibles, solo apuntando a chapitas que colgaban del travesaño en lugares inalcanzables. Acertarles era garantÃa de gol. Cuando en esa final tuvo que definir se acordó de aquello y para colmo, la toalla blanca del uno que pendÃa del costado interno de la red era una invitación. Hacia allà fue, sin tener en cuenta que era su primo aquel arquero que ya estaba volando y rozándola con un dedo, expulsando la pelota fuera y convirtiéndose en héroe de la noche. "No me dà cuenta que se acordarÃa", dijo amargamente a los periodistas que se están preguntando aún hoy el significado de la frase.
* La tÃa Eufrasia lo que tenÃa de espiritual lo tenÃa de egoÃsta. Se creÃa destinada a grandes revelaciones pero era torpe, avara y estúpida. Pelota que caÃa en su patio jamás volvÃa. Un dÃa uno de los pibes oyó que esperaba que se le manifieste algo divino, por lo que pergeñó aquello de tomar a la Virgen y al Niño y pasearlo en la noche atado con un palo y con una linterna debajo, por la medianera de su casa. Cuando sintieron abrirse la celosÃa y oÃrla murmurar un "¡ay Dios mÃo!", entendieron el arte de la mentira. La cabezota de hombre que se asomó, el corpachón en calzoncillos, el manotazo y la puteada que recibieron les arruinó el chiste. Entendieron que a la tÃa Eufrasia parecÃan gustarle tanto las cosas del espÃritu como las de la carne.
abonizio@hotmail.com
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.