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Sábado, 17 de mayo de 2014
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Canción de tulipanes

Por Miriam Cairo
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--Arderás como tulipanes calientes, como tulipanes calientes.

--No sé de dónde te viene esa seguridad.

--Me viene de los pájaros que van perdiendo la luz, van perdiendo la luz, y porque siempre lo has hecho.

--Estuve quieta, hasta muy tarde, en la punta de tus dedos, en la punta de tus dedos.

--No es la primera vez que te has quedado quieta, que te has quedado quieta.

--En la punta de los dedos.

--Quince días quieta en la punta de mis dedos.

--Cómo vas a hacer para escribirme, para escribirme?

--Si es preciso dejaré de escribirte, dejaré de escribirte.

--No juegues otra vez este juego de pájaro que va perdiendo la luz, porque voy a darme cuenta de que soy una granada, de que soy una granada.

--Sos la fruta del relato, la fruta del relato que se para en dos patas sobre la lámpara verde.

--Soy esta granada en dos patas sobre la lámpara verde.

--Vas a quemarte.

--Voy a quemarme con el tulipán caliente.

--Voy a quedarme quieto.

--Vas a quedarte quieto sobre la lengua de la mariposa, de la mariposa.

--Voy a quedarme quieto en la lengua de tu mariposa.

--Eso digo yo cuando hablo su lengua.

--Voz de fruta desgranada, desgranada.

--Los nudos en la garganta condenados a desaparecer.

--Los ejércitos enemigos condenados a desaparecer.

--Las damajuanas llenas de odio condenadas a desaparecer.

--Los sembradores de desgracias condenados a desaparecer.

--Los predicadores del miedo condenados a desaparecer.

--Te daré el gusto.

--Te daré fuerzas.

--Te daré el gusto.

--Arriba, la luna intrincada con los pájaros ciegos que van perdiendo la luz de tanto leer debajo del agua, debajo del agua, el relato de los náufragos, el relato de los náufragos.

--Quince noches quieta en la punta de mis dedos.

--Quince tulipanes calientes.

--Quince es el número infinito de los tulipanes infinitos.

--A que no es posible.

--A que no es posible que no sea posible.

--Que no me imagino la noche si no es así.

--Que no sería noche la noche, si no fuera así...

--Esta granada derrama sangre mezclada con agua, mezclada con agua.

--La noche es un tulipán negro.

--Un tulipán negro es la noche rojiza mezclada con agua.

--No te muevas de la punta de mis dedos.

--No me muevo del agua.

--Viene un temblor general, bajando por la palma de la mano.

--Viene una oquedad, un siglo, un naufragio, un relato debajo del agua.

--Mano izquierda muy clara y femenina, agitando el cubilete de las constelaciones.

--Suavemente.

--Agitando el cubilete.

--El cubilete.

--De las constelaciones.

--Agitando.

--Suavemente.

--Y de pronto, o más bien poco a poco, no, más bien súbitamente, quince tulipanes negros, repetidos, negros, repetidos, quince tulipanes como quince salvaciones de repetidos naufragios, naufragios, naufragios.

--Y los nudos en la garganta condenados a desaparecer.

--Y los ejércitos enemigos condenados a desaparecer.

--Y las damajuanas llenas de odio condenadas a desaparecer.

--Y los sembradores de desgracias condenados a desaparecer.

--Y los predicadores del miedo condenados a desaparecer.

--Y te daré el gusto.

--Y te daré fuerzas.

--Y te daré ganas.

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