Página/12 :: rosario :: Fumar causa

Escuchamos músicas, Carlos toca la guitarra un rato y el Tribi canta y performan una especie de número folclórico humorístico. Es notorio que se conocen el uno al otro desde aquella edad en la cual uno asiste a la escuela primaria, los dos, uno al otro. Fumamos y fumar causa. Hablamos, reímos mucho, posta. Con Enrique Walter decidimos ir a tirar pañoleta a la feria y arrancamos dejando a estos dos personajes en su propia historieta en la calle mitrio en el domingo y en el estado en que estamos, todos muy bien. Fumamos un pucho y vamos. Fumar causa ir. Fumar causa feria. En el 21, rodando ilegalmente las calles de la ciudad semi vacía, hablamos y escuchamos lo que hablamos, Pablo W. E. Grasso Barrera l. Felipe habla enardecido y conversamos bien. Dobla para allá y llegamos a la feria mojada, húmeda y vacía de puestos y paños. Nadie vino hoy. Hay gentes paseando perros y niños por igual, con igual dedicación. Gentes hay. Montamos el kiosco y todo recomienza otra vez, otra vez recomienza, again, otra vez.

Pasan gentes, dije. Pasan gentes, diversas gentes divergentes entre las gentes que no se diferencian. Hay veces en que sí: se diferencian. Y se ven. Son notorios, quiero decir mejor. Algunas gentes que pasan preguntan, algunos otras levantan el libro que les atrae y preguntan, y regresan el libro a la tierra, al paño digo, al planeta Tierra. Decido ofertar todo y las preguntas se trocan en comercio. Libros canjeados por dineros baratos que me suman al bolsillo de esta tarde que parecía perdida de lluvias ganadas sin libros que cotizar. Sumo. Sumo al bolsillo y las gentes que adquieren los volúmenes compran encantados. Ya se van los 'gordásar', los 'sargento garcía marketing', los tomas moro y un 'túnel' que se lo regalé prácticamente al pibe que lo compró. Preguntan por otros títulos de 'gracias al marketing', por otros nombres que no se ven en el paño y respondo: "No", y respondo: "No, eso no está en el paño, no lo tengo". Compran igual. Compran barato. Estoy ofertón este domingo de lluvia y sol, y el río está tremendo y el color del sol sobre, ante, por y para, iluminando el buque estacionado enfrente, en la otra orilla ilumina todo. Las risas continuas nos continúan y salen láminas y libros a dos manos, casi. Muy buena tarde de ventas, muy buen momento entero el estar en el banco de porlan hablando con Pablo y con Maggie y su amigo que no retuve el nombre. Soy un descortés mementista con los nombres a veces, de las músicas hablando y escuchando palabras de las músicas. La noche nos invade en reflejos anticipando la oscuridad de la noche misma y nos hace tomar aire desde el río. Se disuelve la jornada. Bastante bien nos fue. Cargamos todo en el 21 y partimos otra vez escuchando el tema número 88 de uno de los pendrive de Walter que tanto bien nos hace en la carcajada. Lo escuchamos a muy alto volumen. Por calle Entre Ríos, transitando con la música, bien alto el volumen, y es un placer. Cargamos el gas y regresamos al mitrio en paz.

Regresamos a nuestras discusiones ficticias impostadas y performadas en mitrio, guardando el material férico, performadas para nosotros mismos ya que estamos solos con Flora que nos pide comida maullando su letanía de Paco Ibáñez gatuna sin melodía ni tempo ni ritmo ni arpegio... es sólo el maullar pidiendo comida Flora, a veces. Hablamos, hablamos y escuchamos otra vez otra vez. Hablamos y hablar causa fumar y fumar causa. Grasso Felipe intenta insistir con un disco de un limado tal llamado Phillips que tocaba en una banda muy grossa, pero es un bodrio que hay que escuchar y disfrutar bajo los efectos de un cartonazo o algo así porque... si no: es un bodriazo. O algo de eso y me la vuela el disco, y lo digo y se traba el cd, y salta la púa y cambiamos el disco y lo que pone esta vez es Donizetti... una ópera del remil carajo y disculpen que lo diga así, es que redacto. Y que lean lo que lean los que lean y así suceda siempre por siempre jamás estimados distinguidos lectores. Y entonces, unos instantes más tarde, salimos otra vez desde mitrio hacia vaya uno a recordar qué sitio o cual sed o desde y ante y para y con y donde o debajo de todos nosotros los que caminamos pisoteando las calles y veredas y los charcos de esta ciudad tan pródiga en fenómenos y urbanidades y sonidos que nos van transportando por entre sus recovecos y sombras que fumar causan.

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