Su casa tenÃa ladrillos vistos al frente. Un dÃa su padre la emparejó de portland dejando un alero de salientes que ellos usaban de travesaño. Era el arco ideal además de que era suyo. A los años pasó un dÃa por el lugar y se detuvo a contemplar la fachada: creyó ver aún las marcas de los pelotazos húmedos. HabÃan pasado treinta años. El travesaño ahora le llegaba a la barriga. Y su emoción a los ojos.
Como han sido declarados patrimonios históricos los frentes de algunas casonas lucen delante de edificios encapsulados que los arquitectos, con una argucia legal han hecho crecer, desmereciendo a veces, estilos complementarios y buen gusto. Parecen pupas, crisálidas, aliens creciendo con luces led y mobiliarios ultramodernos dentro de cáscaras de añosas viviendas. Asà en un breve tramo conviven, desarmonizados, dos siglos a la vez. Da temor que al tocar el portero nos atiendan fantasmas.
"Los fachas quieren servir a los ricos, esclavizar a los pobres, exterminar a los negros, gays, moros, cantar el Cara al Sol con una mano alzada y que todo el mundo vaya a misa.
Los rojos quieren matar a los ricos para ser mas ricos ellos, destruir la patria, matar a Dios y a sus servidores, que todos vistamos sin corbata y sin sombrero, estar todo el dÃa colocaos y beber de las litronas a morro y admirar a Marx". De un manual antiguo denominado "Las dos Españas".
El Facha Martel fue el representante de los años 80. Burrero, nocturno, pintón y actor módico supo flotar en el ambiente actoral como un romántico antiguo cuyas leyes inquebrantables eran la lealtad a los amigos y el gusto por las vedettes. Fue sinónimo de drogas y juego. Para sincretizar estas dos cauces que lo llevaron a la muerte, jugarÃa en forma de cábala a la quiniela apostando la cantidad de dÃas que llevaba sin consumir drogas.
Los españoles le denominan "facha" a todo lo homofóbico, xenófobo y demás items. Hay concursos de cuentos "fachas", remeras "fachas" y música "facha". Una buena manera de exorcizar los demonios "fachas" que sobreviven en la España abrumada de espantajos por un pasado de genocidas y colonizadores de todo pelaje.
La madre de Hugo nos aconsejaba acerca de la seducción. --La facha es lo de menos. En lo que más se fija una mujer es en el arriba y en el abajo. Una buena dentadura y zapatos bien lustrados.