herran palabras a raptos de espÃritu, insisten en priorizar, abusan de nosotros al dotarnos del yo que arde de nada...
diluvia la fealdad que irradiamos
lejos, acaso, almendras confitadas nieven en su flor
.
enjambre de médulas
nosotros en el peor sentido
formas a merced de la oscilación
la suma de lo vivo y lo inerte
todo lo que crece sobre el suelo
.
éramos la sustancia misma de la claridad
luz transcurriendo sin intención
pero qué triste, a nuestro cairel llegó la conciencia y el agua dulce se volvió mar de lágrima evaporada
.
nosotros, mendigantes al amparo del agujero que en el cielo ha dejado la luna, pródigos de infelicidad, atravesados por la persistencia yendo a ningún lugar
.
llovÃa una aspereza impropia para los dÃas
lirios vueltos hielo por el calor
ciruelos talados sangrando sus sombras
.
piedad, frÃo
asepsia y basura
pestilencia de la composición
nosotros el color que se degrada
.
por la masa que se pierde
por esa suerte a la que nadie aspira
risco y luna
artrópodo del Señor
por la araña de Marte
ella, que rechaza con ahÃnco a la rima, dirige nuestra peregrinación
.
nosotros, agonÃas variables que se regalan a constantes peores, retazos del ego de dios roto por un espejo que dejo de reflejar...
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