Hay demasiadas efemérides en el calendario. Uno se está recuperando de la resaca del "DÃa del alumno recibido con menos de cinco" y ya tiene que brindar por el "DÃa del escritor", el "DÃa del músico", el "DÃa de los refugiados", y como remate llega el "DÃa del padre", donde uno se ve obligado a sacarse selfies con los hijos (qué molestos) y a poner cara de buena gente y buen padre. ¡Vaya al rincón, carajo!
Y si te olvidaste del "DÃa de la esposa" o el "DÃa de los enamorados", agarrate Catalina, que corre peligro tu vida. Luego, gente que entiende cómo funciona el mundo me explicó que era una avivada de los comerciantes, y asà un domingo un hijo le compra un regalo a la madre; el siguiente, la madre al abuelo, el abuelo al padre y el padre al hijo. Y el mundo sigue andando.
Que a mà no me guste festejar no quiere decir que las efemérides no cumplan una función. Se venden cosas y asà el paÃs anda viento en popa. Y cuando anda para la mona como ahora, no se nota, porque vos le regalás un pañuelo a un tÃo, el tÃo se lo regala a la tÃa, la tÃa a su hija, y asà hasta que el pañuelo vuelve a tus manos un año más tarde, viejo y sucio. Pero todos felices. O infelices pero con pañuelo nuevo.
Las efemérides cumplen un rol social y polÃtico, aunque alimentan la grieta. Hay tantas efemérides que cada uno festeja cosas distintas en distintos dÃas. Vos festejás este domingo, el otro el que sigue, y asà taza, taza, cada cual a su casa y nadie se junta en las esquinas con bronca y ganas de hacer la revolución.(Qué curioso, todavÃa no se inventó el "DÃa del tipo que quiere hacer la revolución").
Las efemérides es la única posibilidad que tenemos los argentinos de tener un dÃa para uno y asà olvidar (al menos por ese dÃa) nuestra depresión eterna. Y si hay apaleados en las movilizaciones crearemos el "DÃa del apaleado" para reivindicar a esos hombres. Asà tendremos el "DÃa del muerto de hambre", del "padre que no puede llevar comida a su casa", del "pibe obligado a trabajar", y asà más gente feliz.
Si yo fuera millonario (y estoy ahorrando, no vaya a creer), le comprarÃa al gobierno el calendario de efemérides. En el neoliberalismo todo se vende, todo se compra.Y me quedarÃa con lo más poderoso que tiene un paÃs: sus homenajes.Y venderÃa efemérides. Quién no desearÃa un dÃa para él solo. El "DÃa de Javier Chiabrando", por ejemplo. Y todos vendrÃan a mà a decirme lo lindo y talentoso que soy, y con regalos.
Al Gran Dormilón le venderÃa el "DÃa del presidente que se rajó en helicóptero", a los fiscales que andan haciendo pozos por la Patagonia les venderÃa el "DÃa del fiscal que quiso ser arqueólogo". Ni hablar de lo que pagarÃan algunos por el "DÃa del guitarrista que afina la sexta cuerda en Re", el "DÃa del evasor que nunca fue preso", o el "DÃa del votante arrepentido". Ahà sà que la levanto con la pala.
Las efemérides tienen un lado oscuro. Es cuando lo que sostiene un paÃs, sus sÃmbolos, su historia, sus referentes, se discuten por cualquier motivo. Asà como Chiabrando está tratando de que todos sean felices y tengan su dÃa, hay gente que no quiere festejarle un dÃa a ningún lÃder histórico, a ningún modelo de hombre, de patriota. Todo hombre valiente, todo rebelde, todo rompehuevos, es molesto para el sistema.
No hay que olvidar que en Argentina hay gente que dice que Messi juega mal, donde a los católicos les molesta un Papa medio peroncho (deberÃamos crear el "DÃa del Papa medio peroncho"), y que la simbologÃa patria está siempre bajo un signo de interrogación: que si Güemes sÃ, que si Güemes no, que Rosas sÃ, que Rosas no, y asà con AlfonsÃn, Perón, San MartÃn (a ese lo discuten menos), Belgrano, Borges, Maradona, Caruso Lombardi y tutti gli fiocchi. Y no falta el que niega a Rosas pero defiende a Videla (con perdón de la groserÃa).
Las efemérides pueden blanquear profesiones censuradas por la molesta moral bienpensante. ¿Por qué un genocida no puede tener su dÃa como cualquier otro? ¿Por qué privarle a tanto admirador de genocidas y dictadores la posibilidad de ir a la cárcel, al cementerio o a su casa y cantarle una canción bajo la ventana? Pregunto en serio: ¿Qué tan lejos estamos del "DÃa del represor arrepentido" o el "DÃa del golpista"?
Y si el plan es que todos seamos felices, algunos dÃas podrÃan desdoblarse. El "DÃa del padre que lleva a sus hijos a la escuela todas las mañana" se festeja el viernes, el sábado el "DÃa del padre que te educó a patadas en el culo" y el domingo el "DÃa del padre que te abrió una cuentita offshore para que nunca tengas que laburar". Las opciones son infinitas, esa es la idea de la felicidad. No olvidar el "DÃa del piojo resucitado que se creyó de clase media"y el "DÃa del boludo que escupe para ver si la saliva le cae en la cabeza".
Y serÃa nuestra verdadera reinserción en el mundo. Con tantas efemérides, los paÃses del mundo nos venderÃan las porquerÃas que no pueden vender desde hace siglos. ¡Lo que nos querrÃan! Y podrÃamos declarar el "DÃa del fabricante de porquerÃas chinas", el "DÃa del exportador de porquerÃas chinas", el "DÃa del vendedor de porquerÃas chinas". Un extranjero pisarÃa esta tierra y ya tendrÃa su dÃa. PasarÃa la aduana y ahà nomás le pondrÃan una cucarda donde dice "DÃa de Monzer Al Kassar" porque ¡es su dÃa!
Eso sÃ, estas cosas hay que publicitarlas, sino se armarÃa un lÃo que ni te cuento. No es lógico que te digan que es el "DÃa de la bandera", que vayas al Monumento a homenajearla y a festejar con el presidente, codo a codo para hacer grande este paÃs, y el tipo te recibe a garrotazos. Lo que habrÃa que hacer es festejar el "DÃa de la bandera" a la mañana, y el "DÃa de los garrotazos" a la tarde. A la nochecita, los que quedan en pie, pueden festejar el "DÃa del cabeza rota por defender causas nobles". Argentina potencia, en efemérides.
Eso sÃ, hay que apurarse a festejar. Una mañana te levantaste y te pusieron el "DÃa del fin del kirchnerismo" y las chicas de la cacerola salen a festejar y por ahà el kirchnerismo resucita a la nochecita por esas cosas del realismo mágico argentino. Recuerden que acá ya se festejó (varias veces) el "DÃa del fin del peronismo" y el "DÃa del fin de neoliberalismo" y los tipos reaparecieron lo más campante y más de uno se quedó con el festejo atravesado en la garganta como hueso de pollo.
Yo avisoro un mañana mejor. Cada uno con su dÃa, cada uno con lo que lo tocó en suerte y a quejarse a Magoya, al que también le podemos dedicar un dÃa. Y tarde o temprano alguien va a crear el "DÃa del rico" y el "DÃa del resto", y asà sabremos de qué lado estamos (como si hubiera dudas) y cuándo nos toca brindar. Ellos con champagne, y nosotros con la sidra que nos quedó del velorio de la tÃa abuela del anteaño pasado.
Por último, las efemérides que quedan por crear, ya cuando todos tengamos la que nos toca, o la que podemos pagar, es la del "DÃa del presidente" por un lado, y la del "DÃa del pueblo" por el otro. Y asà cuando el tipo baile solo, sabremos que lo hace porque es su dÃa, y lo dejaremos bailar solo como a los mamados en los boliches. Y cuando llegue el "DÃa del pueblo", saldremos a la calle a pedir lo que nos corresponde, lo que nos robaron, lo que nos toca y lo que nos ganamos.
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