"El 1º de mayo de 1933 se firma el tratado Roca-Runciman, por el cual Inglaterra se comprometía a continuar comprando carnes argentinas en tanto y en cuanto su precio fuera menor al de los demás proveedores mundiales. Como contrapartida, Argentina aceptó la liberación de impuestos para productos ingleses al mismo tiempo que tomó el compromiso de no habilitar frigoríficos de capitales nacionales. Paralelamente, se creó el Banco Central de la República Argentina con competencias para emitir billetes y regular las tasas de interés bajo la conducción de un directorio con fuerte composición de funcionarios del Imperio Británico. No obstante todas estas concesiones, se le adjudicó además a Inglaterra el monopolio de los transportes de Buenos Aires". Lee mientras mira el bife criollo que lo espera en el plato. Dan ganas de llorar. Fue, por parte de los inglish, una verdadera obra de arte de terror shakespeariano. Y de la parte argentina, un cocoliche auténtico sin sutileza ni estilo, más que bajarse los calzoncillos por un botín espúreo para sus descendientes.
En todas las tradiciones la presencia del Mal y la tentación opera como un divertimento dialéctico entre la gente y los entes superiores. La Iglesia lo utilizó como un juego macabro que se pagaba con la vida. Imagino a los censores de la Inquisición llorando en sus celdas amargamente por no poder ser artistas y eso me llena de salud, energía y ausencia de venganza; con lo hecho ya está consumado el crimen: el de sus propias almas purulentas. Hay un escrito donde se devela que uno de ellos, de aquella corte teatral y obscena confiesa que daría su vida por un solo cuadro del pintor que al otro día, al amanecer, sería juzgado y asesinado. Y que si ordena matarlo es por celos. Pero llora, luego se confiesa, reza, se flagela y eso parece limpiarlo de toda cizaña, mientras abraza al mancebo que tiene capturado en su camastro.
La designación Puente del Diablo hace referencia a varias docenas de antiguos puentes que, según la tradición popular, habrían sido construidos por el Diablo, con su ayuda, o incluso en contra de sus deseos. La mayoría son puentes en arco medievales que se encuentran en Europa y que destacaron, casi siempre, por los obstáculos técnicos superados en su construcción, aunque en muchas ocasiones también por su estética o gracia, o por su importancia económica o estratégica para la comunidad a la que servían. Los ignorantes poderosos creían que lo que ellos no entendían era porque se encontraba encriptada la ayuda maléfica en la obra.
Nicolás Paganini fue un violinista ejemplar. Su técnica asombraba tanto al público de la época que llegaron a pensar que existía algún influjo diabólico sobre él, porque a su vez su apariencia se notaba algo extraña y sus adelantos musicales eran una verdadera obra de arte. Se decía que en la mayoría de sus apuntes aparecía una nota extraña la cual decía "nota 13". No lo quemaron en la hoguera porque era afinado y tenía un magnetismo cordial, solo por eso se salvó.
"Seguramente Los Beatles, de todo lo bueno que hicieron en vida, sus integrantes ya lo están pagando por el pacto demoníaco que hiciera Lennon para llegar al triunfo. Es más, Yoko Ono era un ser mefistofélico, se le ve en su mirada que encarna a la Bestia", narra el comentador de un canal chileno acerca del arreglo con el Malo a cambio de vidas, triunfos y gloria. Detrás suena Revolution numero 9, el tema maldito y ella, luego de mirar el informe y apagar la tevé, no puede dormir por la estupidez que la indigna. Luego, se echa a reír.
Los idiotas, los envidiosos, los manipuladores que hablan del acuerdo entre el Mal y el Arte, se van convirtiendo ellos mismos en sus representantes, pues no saben nada acerca de la tarea artística y Mefistófeles ni se les acercaría por imbéciles. No obstante son la parte oscura del ser, del acuerdo no escrito entre la mediocridad y la negación de lo brillante. Tienen prensa, medios, dinero y saben asustar. Son los que han enviado a la hoguera, la guillotina y la horca a tantísimos héroes de la luz, artistas, genios, poetas y poetizas. La envidia es un veneno que degrada lo que toca y castra a los castradores con lo peor de lo peor. Estar condenados a no existir, a que sus nombres ni figuren como verdugos siquiera, a ser bosta quemada en los altares sin caras, en los confines sin nombre de la Tierra de la Nada. Actualmente el Diablo es demodeé pero con otra cara ciertos funcionarios cierran programas culturales, adulteran contenidos y asustan con el viejo fantasma del comunismo y la demagogia. Son cruentos, terribles, pero dan pena. Una flecha les va partiendo el corazón de a poco y no lo saben pues nada sienten. "Hacer un pacto con Satanás no es lo mismo que lo que se conoce como vender el alma al diablo. Puedes encontrar este mito de la venta de alma, con mayor frecuencia en las enseñanzas cristianas sobre Satanás. Como satanista, debe saberse que los métodos y las descripciones de los pactos con el diablo cristianos sirven de poco a los que siguen o se adhieren a la filosofía o espiritualidad satánica, a menos que seas un satanista ortodoxo que acepta una definición cristiana de Satanás. Así que lo primero es deshacernos de algunas de estas creencias que nos obstaculizan antes de aprender como hacer un pacto con el diablo. Algunos satanistas, incluyéndome a mí misma, no creen que haya un más allá, por lo que la idea de vender u ofrecer la propia alma "eterna" en el comercio no tiene sentido, ni sería útil en el satanismo. Esto se debe a que la creencia de un alma eterna o un más allá donde el alma está destinada al cielo o el infierno, es generalmente un concepto cristiano, no uno satánico". Practicidad y legitimidad en la no creencia de una adepta. Felicitaciones para ella.
Bob Dylan expresaba acerca de su arte: "Escribo bien, es cierto, pero es porque hice un pacto con el Jefe", y señalaba hacia abajo, el sitial de las fuerzas infernales. Luego cuando entró, según él, en un verdadero estado místico y reivindicó a Jesús en algunas de sus canciones, muchos lo consideraron un "arrepentido". Ni tiempo se tomó en aclarar el asunto, pero todos supieron que de una humorada se sale con algo serio. O con otra humorada. Y el que entienda entenderá y el que no, se pierde la verdadera historia de la metáfora o la ironía o la paradoja o simplemente de dos verdades complotadas para que parezcan, ambas, puras mentiras. ¿Quien lo sabe?
"Según la versión de los santiagueños, y otras zonas del norte de la Argentina, la Salamanca como producto del mestizaje cultural es un espacio destinado a la enseñanza y al intercambio de conocimientos ubicado en una cueva o en el monte, allí el iniciado aprende el arte que le interesa (domar, bailar, tocar la guitarra, curar, maleficiar y demás) siguiendo las lecciones del Zupay (el Demonio). La tradición cuenta que si alguien escucha la música de la Salamanca, caerá en una vida de terror, a menos que se trate de una persona de buena fe o tenga un rosario entre sus manos para no caer en la tentación del Supay. Muchos aseguran que a la Salamanca concurren a hacer pactos con el diablo diversos artistas que quieren utilizar al máximo sus dotes. Esto también implica un "descanso" repleto de sufrimiento. Varios artistas han reflejado la Salamanca en sus obras tanto plásticas como musicales. Tentaciones, aprendizajes, remordimientos, paisajes inusuales, riesgos. ¿Quien no daría parte de su vida monótona por una noche en estos lugares?". --Yo sí, asegura el tipo que está leyendo a sus compañeros en voz alta, tomando el café mañanero que lo depositará en la agencia de remises. Sus amigos se divierten, pero él ansía y espera una señal para despegar de esta cuadratura de infelices que no creen en nada, ni en Dios ni en Supay. Pobres huecos llenos de huesos sin fe alguna.
Prat Gay es un mísero esclavo dependiente del viejo Almacén del Cornudo donde te venden esclavos, diamantes sangreados, alambres de púas, documentos de rendición, escarapelas robadas a infantes, cunas de héroes escupidas, armas de la revolución inconclusa, huesos de madres de desaparecidos, fotos pinchadas de libertarios, almas horribles de duendes maléficos, letras del tesoro, cuentos idiotas, calzoncillos cagados de mediadores, venenos para dejarte ciego de amor e impostura. El ha cerrado un pacto con los poderosos y no lo sabe, pensando que él es uno de ellos en el mundo y es apenas un lame botas. Cobra por su labor con la ruina de un país: no lo sabe pero su alma se pudre de a poco. Ha dicho ante sus jefes que la gente que trabaja es grasa militante y que ya ha hecho el "trabajo sucio". Si pudiera ver su alma con otros ojos se descompondría del hedor. El Lucifer de la Bolsa sonríe. Viste Prat sacos caros, gris tiburón y usa perfumes que alimentarían a una familia decentemente por meses. Pactos con el Mal que es nuestro mal. Ya va a pagar en los libros de Historia. No lo sabe. Cree que es eterno. Y se ríe, disfruta con el dolor ajeno. Pobrecito.
Yo, un insomne escritor de oraciones que irán a la nada o a la contratapa de un diario querido, sabe sobremanera y de modo sobrenatural que el único acuerdo con el Mal es traicionarse, ser indiferente a la pena ajena y no aprender a aprender que lo estamos haciendo transcurre sobre un territorio desconocido llamado Nuestra Vida y que nada sabemos de ella y que el Demonio, sí que existe, y es haberse convertido en un infeliz hecho y derecho. Se los juro, como en un pacto.
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