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La identidad política de algunos dirigentes, funcionarios o hasta responsables de gobiernos en ejercicio, no siempre responde a los patrones ideológicos por los que la sociedad los aceptó y hasta los votó. Tal es el caso del actual intendente de Rosario, que ha pasado a ser un continuador de la ruinosa experiencia de saqueo del patrimonio público que impuso el menemismo.
La reciente venta de parte del patrimonio ferroviario propuesta en una nota de José Maggi, de Rosario/12, y en la que Mirta Levin explicita uso y destino de los predios urbanos que pertenecieron a los FFCC. confirma un hilo de continuismo con la política del ferrocidio impuesta por el corrupto ex presidente Menem y por la que se celebran convenios destinados a liquidar los bienes inmobiliarios en beneficio de algunos elegidos particulares y en claras maniobras especulativas con los bienes que son de todos.
Este intendente que reafirma pertenecer al arco "socialista", debería recordar que la tierra no tiene dueños, sino apropiadores y en función de esa apropiación se han erigido inmensas torres de departamentos en una de las zonas mas cotizadas de la ciudad, cortando la circulación del aire fresco del río Paraná y beneficiando a un reducido y privilegiado grupo de inversores.
Incluso el ingeniero debería haber democratizado la propuesta de estas ventas consultando a la sociedad sobre el destino a darle a esas tierras y no limitando las posibilidades de crear centros de distribución ferroviaria que nos integren regionalmente y posibilitar un fluido transporte económico y seguro para los estudiantes, empleadas/os, comerciantes, etcétera, que vienen a Rosario a estudiar, trabajar o hacer trámites.
Angel M. Contestí
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