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Ferrocarriles

Las graves denuncias que el cineasta Fernando Pino Solanas formula en su película "La Próxima Estación" no han tenido respuestas de las autoridades judiciales, tampoco de nuestros legisladores y menos aún de los propios implicados, algunos conservando aún sus puestos.

Sería muy útil que la Corte Suprema de Justicia citara uno a uno a todos los reporteados en esa película y les pidiera rendición de cuentas, como un simple pero efectivo método de transparentar de la gestión.

Si a estos funcionarios les pudiéramos sumar algunos de los muchos empresarios que tienen a cargo distintos servicios públicos y no pueden explicar las razones de los incumplimientos de pliegos, contratos y concesiones, estaríamos dando pasos serios de consolidación institucional y concretando la defensa de nuestro patrimonio.

Gabriel Romero de EMEPA se "proveyó de chatarra ferroviaria" aparentemente provista por el ONABE, Benito Roggio sigue sin cumplir con la terminación de la autopista Rosario﷓Córdoba y sin embargo sigue participando en procesos licitatorios, Roberto Urquía sigue transportando cereal en trenes del Estado sin hacer las inversiones en vías que deberían permitir mejores velocidades de uso para futuros trenes de pasajeros.

¿A Esteban Righi nadie le pedirá explicaciones por sus dichos en respuestas a los interrogantes de Solanas? ¿Al Procurador Osvaldo Guglielmino no le cabe un juicio político luego de haber admitido no saber "nada" de los robos al patrimonio ferroviario? ¿A Jorge Capitanich (premiado con la candidatura a Gobernador de Chaco) algún legislador le pidió explicaciones de cómo preservó el patrimonio público que tenía a su cargo con la comisión bicameral que presidiera? ¿Ricardo Jaime no tiene nada que decir del Ferrocarril Belgrano y el desguace posterior a su adjudicación que implica la desaparición de más de 4.000 vagones, la mayoría de los talleres y miles de maquinarias y equipos?.

Indigna la destrucción de nuestros ferrocarriles, pero más indigna la falta de investigaciones de la justicia y el propio parlamento sobre el destino dado a miles de máquinas y equipos de alto valor de reposición a lo largo de estos años de justicialismo en el poder y complicidad del marco político de los otros partidos, porque aquí no hay inocentes.

Cuando vayamos al cuarto oscuro, prescindiendo de los símbolos, votemos con inteligencia, votemos por la preservación de nuestro patrimonio, de nuestro futuro y votemos castigando la corrupción.

Angel M. Contestí