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Sábado, 27 de marzo de 2010
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Los irreductibles

Hay historias que siempre vale la pena recordar, por más que los años transcurran los principios de la ética solidaria, muchas veces cultivados en solitario sólo por un puñado de mujeres y de hombres, son una brújula insoslayable en tiempos de crisis. En su novela El viejo y el mar, Ernest Hemmingway dice que un hombre puede ser vencido pero si su moral es firme no será derrotado. En efecto, repasando la historia a contrapelo como decía W. Benjamin, encontramos múltiples ejemplos de digna resistencia. Por ejemplo los anarquistas de la Región argentina que después de 1930 fueron perseguidos y hostigados por doquier y aun así no claudicaron, recordamos a Pascual Vuotto, uno de los presos de Bragado, rehusándose a solicitar el perdón gubernamental por un crimen que jamás cometió. Once años de infame prisión, no pudieron con él, permanentemente enviava cartas desde su celda, sus compañereos de la FORA y la FACA organizaron multiplicidad de actos, una larga campaña en todas provincias, abrieron finalmente las puertas de la mazmorra.

Después de 1939, los anarquistas ibéricos dispersos por el mundo, luego del cruento triunfo de Franco, no sólo continuaban difundiendo sus ideas revolucionarias, sino aportando a la organización popular y participaron activamente de la resistencia antifascista. La liberación de París halló a muchos de ellos en los carros de combate con inscripciones en cal con los nombres de las batallas de la guerra civil española: Ebro, Teruel, etc. Terminada la Segunda Guerra Mundial se presdisponían a desterrar a Franco y sus secuaces del poder.

Desde hace décadas, en Latinoamérica los luchadores sociales denuncian a las dictaduras militares, vilipendiados, ridiculizados, estigmatizados, no claudican.

En la región Argentina, treinta y cuatro años después las Madres y Abuelas de pañuelo blanco no marchan solas, miles de personas en las calles expresan su rebeldía contra los tiranos. No pudieron borrar las huellas que abren caminos nuevos aun en las tinieblas.

La inquebrantable moral de los irreductibles está vigente para la larga marcha hacia la emancipación integral.

Carlos A. Solero

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