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No al aumento del boleto

En 1986, la Municipalidad licitó y adjudicó por 10 años, el sistema de transporte urbano de pasajeros. En 1996 correspondía al intendente de turno llamar a licitación para adjudicar el nuevo sistema de transporte urbano de pasajeros. Para ello entre el 1989 y 1995, la Municipalidad hizo preparar estudios al Instituto de Transportes dependiente de la Facultad de Ingeniería de la UNR. El 10 de diciembre de 1995, apenas asumió el intendente Hermes Binner, desechó esos estudios y contrató a una consultora francesa en 500.000 dólares para que diseñara los pliegos de un sistema de transporte similar al de la ciudad brasileña de Curitiba. La consultora francesa contrató algunos ingenieros que ya habían participado en el estudio anterior ﷓ahorrando conocimiento e información que habíamos pagado los rosarinos﷓ y periódicamente vinieron ingenieros y técnicos a los cuales el municipio les pagó hoteles y viáticos, fuera del contrato de los 500.000 dólares. Durante esos años se engañó a la población rosarina con una profusa propaganda televisiva, radial, gráfica y folleteria de lujo. No debemos olvidar que en esa época el Sr. Intendente, funcionarios y periodistas recorrieron las calles de Rosario con un largo transportador de pasajeros articulado ﷓carrozado por una empresa brasileña y casi imposible de conducir por las calles rosarinas﷓ agraviando a la industria carrocera local y regional que sufría la profunda crisis, que hizo desaparecer a la mayoría de ellas, dejando como consecuencia miles de trabajadores en la calle. Durante los dos períodos de gobierno del intendente Binner sólo se vendieron ilusiones a través de mucha y muy cara propaganda con respecto a un nuevo y mejor sistema de Transporte Público de Pasajeros: con vehículos articulados con fuelle, trolebuses ecológicos y tranvías suizos como en Zurich. Lo que sí sucedió es que tenemos un sistema de transporte de pasajeros destrozado, con la mayoría de las empresas fundidas y concentradas en tres o cuatro empresarios. Numerosas deudas incobrables en el Banco Municipal, frecuencias nocturnas que no existen con peligro para usuarios que estudian o trabajan en ese horario, sin ampliación en el sistema eléctrico, sin controles sobre los gases tóxicos que despiden las unidades de transporte, contrariando la consigna del "aire puro". El intendente Lifschitz licitará y adjudicará, este año, un nuevo servicio de transporte sobre la base de otros pliegos (no la de los franceses y sus gastos). Es decir: durante los diez años de gobierno Binner﷓Lifschitz no se licitó ni se adjudicó el servicio de transporte de Rosario, constituyendo una clara violación de los deberes de funcionario público. Como dato esclarecedor, baste mencionar que el mayor prestador del sistema (por la cantidad de unidades que posee), fue condenado judicialmente en primera instancia por desmantelar el sistema eléctrico de transporte (trolebuses), condenándolo la Justicia a pagar 10 millones de pesos a la Municipalidad por los daños y perjuicios ocasionados y es, hoy, el más firme candidato a quedarse con la mayor cantidad de líneas de la actual licitación. Como premio se quiere otorgar un aumento del boleto de transporte urbano de pasajeros, que ya es subsidiado a través del Fondo de Transporte Nacional (SITAU) vendiéndole el gasoil a $0,45 el litro, a lo que se agrega el dinero que reciben del Fondo Compensador del Transporte otorgado por la Municipalidad de lo recaudado por el estacionamiento en el microcentro más otras alícuotas y beneficios sobre la tasa de Administración y Fiscalización del Sistema.

Partido del Progreso Social