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Nobel

Quisiera expresarme sobre el otorgamiento de este premio a Mario Vargas Llosa que constituye un reconocimiento a tan larga trayectoria, independientemente de que se pueda coincidir o no con su visión política. Pero otorgar un premio de esta naturaleza provoca reacciones diversas y opiniones distintas, la mía es la que sigue.

Me produce mucho ruido el saber que se da ese galardon a alguien que ha elegido un rumbo provocador y descalificador hacia gobiernos, procesos y por lo tanto pueblos de Nuestra América que intentan (sólo eso) construir una nueva realidad al margen de los centros del poder transnacional.

Las posiciones políticas de los candidatos al Nobel, ¿no son tenidas en cuenta? Resulta significativo, cuanto menos, observar que mientras la corriente de pensamiento y acción que recorre nuestra región apunta hacia la dignificación del hombre, a la equidad y la justicia, a la liberación e independencia, se reconozca a un personaje que se sitúa en las antípodas de esa nueva realidad. Reinvindicando el neoliberalismo, atacando a las mayorías y sus representantes, insultando a Chavez, Ortega y Fidel en cada evento que lo convoca, provocando descaradamente. Participando de los eventos más retrogrados impulsados por las derechas reclacitrantes en el mundo, especialmente en España de la mano de Aznar y en nuestro continente visitante permanente y disertante predilecto de Fundaciones creadas para difundir y defender los sagrados intereses del capital financiero global. Uno de los padrinos y asiduos participantes de nuestra conocida y reaccionaria Fundación Libertad.

Con éste muy acotado curriculum se ha hecho acreedor de semejante distinción. ¿Al mundo le falta un tornillo? ¿O la Academia Sueca no mira con los dos ojos las realidades de este mundo?

Héctor J. Marinángeli

DNI 11.448.330