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Desafío

El futuro político en la provincia de Santa Fe no difiere sustancialmente del nacional. Es todavía incierto, a pesar de los deseos de unos y otros, y teniendo en cuenta la preferencia actual del electorado a favor del sector político que gobierna el país. Al igual que en el resto de las provincias, no son muchas las novedades que pudieran aclararlo con vistas a las elecciones de 2011.

Si hablamos de los que tienen alguna chance para alzarse con la gobernación, poco cambió desde el fallecimiento de Néstor Kirchner. En la interna socialista siguen anotados para la contienda Miguel Lifschitz,

Antonio Bonfatti y Rubén Giustiniani. Sus socios radicales, en cambio, salen de la rutina aportando un verdadero muerto vivo: el veterano Luis Cáceres "el Changui", al parecer dispuesto a pelearle al intendente santafesino Barletta la posibilidad de ocupar el sillón de la casa gris.

De todos ellos y sus posibilidades nos ocuparemos en otra ocasión, ya que a juicio de quien les habla, el kirchnerismo podría llegar a ser la gran sorpresa en Santa Fe. Y cuando aquí hablamos de Kirchnerismo, nos estamos refiriendo a Agustín Rossi, quien ha decidido postularse para la gobernación y al que por estas pampas, muchos consideran el discípulo más conspicuo de Néstor Kirchner.

Rossi acaba de cumplir 51 años, por tanto es un adulto joven. Pertenece al rango etario definido así por sociólogos, sanitaristas y afines. Pero para quienes lo han seguido a lo largo de sus años de militancia, la definición puede invertirse. Rossi, de ahora en más Agustín, es un joven adulto. ¿Porqué joven? Porque conserva intactos los ideales de juventud y la energía para hacerlos realidad. Decía José Ingenieros que "No se nace joven, hay que adquirir juventud. Y sin un ideal, no se la adquiere" ¿Porqué adulto? Porque logró con los años la templanza necesaria para persistir en la lucha. Agustín Rossi se salió del molde. Como Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Y por eso la juventud está con él.

Adriana Medina

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