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Vargas Lloyds y su teacher
Una vez, en los 90, presentamos una obra de títeres en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia (en el ciclo "El malestar en la cultura"). Se tituló La lección de pintura, a cargo de Mario Vargas Lloyds, quien desde su banco afirmaba que la manzana era emblema de la Globalización. Un alumnito, Pablito Picasso, infló un globo, se comió la fruta y pintó el resto. Como la teacher de Vargas Lloyds era la teacher Thatcher y su latiguillo "there is no alternative", Lloyds no vió ni el cabo pintado ni el agujero de la tina - para cuando falta alternativa- . Ahora en abril cuando Vargas Lloyds vuelva con su Lección de pintura, ¿pintará el mundo sin ver que el valor de la lata de pintura, y el valor del "dar y dar la lata", depende del vacío?
Jorge Manuel Fernández
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