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Ana Frank

El 12 de junio Ana Frank hubiera cumplido 83 años si los nazis no la hubiesen asesinado durante la 2ª Guerra Mundial. Ana fue una del millón y medio de chicas y chicos judíos masacrados por el nazismo por el solo hecho de ser... judíos.

El ascenso de Hitler al poder en Alemania con el acuerdo de la mayoría de los partidos políticos y de la sociedad dio lugar a un régimen dictatorial que se ensañó persiguiendo a los partidos obreros y de izquierda (comunista, socialista), prohibiendo toda actividad política y sindical, quemando libros, censurando y expulsando a escritores, artistas, científicos; creando a poco de estar en el gobierno el primer campo de concentración (Dachau) entre otras delicadezas.

Lo que comenzó con humillaciones, burlas y ofensas, pronto se transformó en violaciones a los mas elementales derechos y las más absurdas prohibiciones, para culminar en la industrialización de la muerte de millones de personas en ghettos, cámaras de gas, campos de exterminio y hornos crematorios.

Ana Frank era judía. Con su familia, en un primer momento, escapó a Holanda, donde lograron hacerse un lugar. Pero en 1940 la guerra llegó a ese país, y los Frank se escondieron en un refugio. Ese ocultarse en pésimas condiciones se prolongó durante mas de 2 años. En ese lapso, Ana escribió su hoy muy conocido "Diario", en el que va relatando sus sueños, sus esperanzas, sus temores, sus angustias, su crecimiento de niña a adolescente.

Finalmente, alguien denunció el escondite, todos fueron capturados y enviados a distintos campos de exterminio. En uno de ellos -﷓Bergen Belsen-﷓ Ana murió en marzo de 1945, de agotamiento, hambre y tifus.

Hubo millones de pibes de menos de 15 años que fueron asesinados por el nazismo por ser judíos o gitanos o testigos de Jehová o eslavos o discapacitados o...

Cuando recordamos a Ana, lo hacemos porque tristemente sigue habiendo chicas y chicos como Ana que mueren en su inocencia. Mueren en guerras y bombardeos (Afganistán, Libia, Medio Oriente), mueren de hambre y de sed (Etiopía, Sudán), mueren en la miseria (Haití). Mueren en lugares que parecen lejanos, pero también en las villas miserias de nuestros cordones de pobreza. Mueren aquí nomás de enfermedades que con solo tener agua potable no lo harían; mueren del consumo de drogas y alcohol; mueren en la trata de personas, hacinados, explotados, sometidos o expulsados. Mueren y no tendrían por qué morir.

Por eso recordamos a Ana Frank. Para que la niñez tenga futuro.

Comisión Directiva

Asociación Cultural Israelita Argentina I.L. Peretz.

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