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Desafío histórico
Repaso la historia de mi Argentina transitada y compruebo que nunca durante un gobierno democrático fue tan profundo el disenso entre los argentinos. Observo a hermanos que en reuniones familiares no tocan el tema sobre la realidad nacional, para no producir ríspidos enfrentamientos; amigos que han dejado de hablarse para evitar enojos, desencuentros. Personas que ven como enemigo al que posee una opinión diferente. Falta de respeto, profunda y desagradable falta de respeto por las ideas del otro, casi como si por no pensar igual, no fuera una buena persona. Intolerancia. Discriminación. Disenso. Disenso que fue creándose poco a poco y terminó metido dentro nuestro, sin que nos hayamos dado cuenta. Creo que en esto, sí estamos todos de acuerdo. Coincidimos en que la brecha nos divide cada vez más, se profundiza, nos enfrenta. No creo que sea fundamental analizar porqué sucedió todo esto. Lo que sí me parece importante es que comprendamos que estamos frente a un desafío histórico, real, palpable. Debemos consensuar en el disenso. No es fácil. Jamás lo fue. Pero debemos intentarlo porque todos somos argentinos, vivimos bajo el mismo cielo, disfrutamos el mismo sol, nos mojamos con la misma lluvia. Todos, nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros viejos. Somos hermanos y estamos enojados. Sin embargo todos anhelamos un mundo de Paz y Trabajo con tolerancia, sin discriminación. Por ello, insisto, en este momento histórico debemos consensuar y resolver el camino a transitar, para evitar que nos "devoren los de afuera", ya que el objetivo de continuar forjando una Argentina mejor es común a todas las personas de bien, que hemos nacido en éste, nuestro singular suelo argentino.
Edith Michelotti
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