Con motivo de la aparici贸n televisiva de la noticia de una invasi贸n de felinos en la casona de Pasaje Santa Cruz 361 y el consiguiente malestar de un vecino, quien suscribe quisiera aclarar algunos conceptos: Desde hace aproximadamente 15 a帽os, junto con un grupo de vecinos nos encargamos de la alimentaci贸n y cuidados veterinarios que requieren los gatos que se encuentran en dicho inmueble. Nunca se ha intentado transformar ese lugar en un refugio o dep贸sito para los animales: por el contrario, se ha tratado, con los escasos recursos que contamos, de aliviar una situaci贸n que tampoco es querida por nosotros, pero que existe. Continuamente se realizan esterilizaciones a fin de evitar la multiplicaci贸n, pero el abandono de nuevos animales, incluso por parte de los mismos vecinos, es constante. Exhortamos por este medio a las autoridades a que eviten tomar medidas dr谩sticas que pudiera afectar el bienestar de los felinos, invit谩ndolos desde ya a ensayar juntos alg煤n tipo de soluci贸n.
Rub茅n Tenenbaum
Protectora de Animales "Santa Cruz"
Freud compar贸 el inconsciente con una pizarra m谩gica. Escribimos sobre ella, y luego pretendemos borrar el hecho acaecido sobre su superficie. Y, sin embargo, aunque no podamos verlo, las marcas han quedado bajo la superficie que disfraza. As铆 es que sabemos cosas, pero no sabemos que las sabemos. Un poco inconscientemente transcurre Palestina a nuestras espaldas. De alguna forma sabemos lo que sucede (pues los hechos m谩s terribles son los que mas se disfrazan de superficie), y, sin embargo, de alguna forma la amnesia precede al trauma. Como heraldo de lo terrible, el olvido est谩 predispuesto y la destrucci贸n de las tierras, la destrucci贸n de los olivos, el impedimento de que ingresen alimentos, medicamentos y ayuda, las balas, las bombas, los ni帽os, todo queda bajo la superficie, otra marca que no se ve y que solo puede aflorar en 么situaciones枚 de compromiso. Esas que dicen lo que no se puede decir. Ya lo argentinos conocemos de cerca el mecanismo del olvido. Ya hemos sido el ciego que no quiere ver, ya hemos visto las tumbas que la negaci贸n cava. Si al menos no queremos abrir los ojos por que conocemos los estragos del olvido, al menos hag谩moslo por hecho de ser humanos. El inconsciente puede ser un fantasma. Y los fantasmas, nunca mueren.
Jesica Fern谩ndez Bruera
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