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Jueves, 28 de agosto de 2014
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Invisible

Las declaraciones de Hermes Binner días atrás, sobre su convicción en la "mano invisible del mercado" ayudan a sincerar cuestiones. Por supuesto que esas palabras no son ingenuas y tienden a disputar el voto más conservador de la sociedad en su carrera presidencial. Pero también permiten entender el tipo de "socialismo" que hace más de 20 años viene gobernando nuestra ciudad y hace siete la provincia.

El liberalismo económico, por definición, supone una fe ciega en las virtudes del mercado, viendo en el Estado una presencia negativa que vendría a distorsionar las bondades del capital privado y su lógica de maximizar ganancias a toda costa. A la larga, este libre juego de las fuerzas del mercado, debería tender a equilibrar las desigualdades sociales. No hace falta agregar muchas palabras, para decir que esto nunca pasa. Con vivir en Rosario y en la provincia, basta y sobra.

La conjunción entre liberalismo económico y socialismo vaciaron a éste último de su sentido social e igualitarista en función de la primacía de las inversiones privadas y el gran capital, poniendo al Estado de rodillas frente a los intereses de la especulación inmobiliaria, los grandes emprendimientos comerciales y el complejo agroexportador. El resultado, en Rosario, es una ciudad fragmentada, atravesada por necesidades de todo tipo y en permanente deterioro de la calidad de vida de cada vez más vecinos de la ciudad.

Para muestra vale un dato que ya planteamos: mientras son 80 mil los departamentos deshabitados en la ciudad, según el Censo del año 2010, un tercio de la población tiene negado el derecho a una vivienda digna.

Es decir, gracias a la mano invisible del mercado y la falta de regulación, el boom de la construcción marchó en paralelo al agravamiento del déficit habitacional, con más de 50 mil familias en esta situación.

No hace mucho, también, el gobernador Antonio Bonfatti le cedía 10 hectáreas fiscales a la Bolsa de Comercio, mientras muchísimas familias beneficiarias del plan Procrear no encuentran lugar donde construir. Lo mismo con el destino que se le dio a la tierras del ex Batallón 121 y se le quiere dar al predio de 58 hectáreas en Puerto Norte.

Poner en debate el modelo económico en nuestra ciudad y en la provincia es un tema pendiente y decisivo. Reafirmar el papel transformador del Estado y ponerlo al servicio de todos es el camino para dar una solución a las necesidades que hace años esperan una respuesta.

Sebastián Artola

Foro Rosario para Todos

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