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La última palabra

El "accidente" que ocurrió una semana atrás puso en evidencia los niveles de desidia de las autoridades universitarias que no garantizan condiciones de estudio y trabajo seguras. El curso de acción elegido por el oficialismo de Humanidades y Artes, con el decano Goity a la cabeza, es propio de quienes han optado por la ceguera y la falta de escucha, obturando un diálogo que permita arribar a acuerdos de convivencia sólidos.

Asimismo, este pasado jueves 8 de octubre, el oficialismo de la Facultad de Humanidades y Artes decidió ampararse en el informe de la cuestionada Secretaría de Políticas Edilicias (SPE) de la UNR y en fragmentos del informe del Consejo Interuniversitario Nacional. La SPE es la responsable de haber "habilitado" el uso del edificio previamente, mientras continúa en obra. Usamos las comillas porque no se ha mostrado un documento de la SPE, firmado por el secretario Perseo, donde quede por escrito que el local estaba habilitado, demostrando la precariedad de la inauguración.

Decimos que se retoma parcialmente el informe elaborado por el Arq. Andrés Fiandrino (CIN) ya que éste establece una serie especificaciones "en caso de una habilitación provisoria de la planta baja hasta el piso 5º para asegurar definitivamentelas condiciones de seguridad", que no son consideradas por las autoridades de la Facultad. Esta sordera frente a las indicaciones del informe vuelve a mostrar el completo desinterés de las autoridades por garantizar las condiciones de seguridad necesarias y la búsqueda de una salida fácil.

A lo que agregamos: el informe del CIN es "de parte" ya que dicho organismo representa a la patronal de la docencia universitaria. De allí la importancia del informe de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT ﷓ dependiente del Ministerio de Trabajo de la Nación) para establecer el mejor curso de acción. Incluso, el compromiso de esperar este informe había sido asumido por el propio rector de la UNR, Héctor Floriani.

¿Por qué el oficialismo de Humanidades y Artes se adelanta al dictamen de la SRT? Incluso sabiendo que la SRT se comprometió a entregar el informe en el cortísimo plazo, en consonancia con la celeridad que requiere el asunto. Desde la COAD deslindamos responsabilidades.

Se nos tildó de alarmistas, de difundir falsedades y otras frases inapropiadas para quienes revisten responsabilidades institucionales. No obstante, nos queda claro que en pocos días pudimos instalar y lograr cuestiones que hace años que venimos reclamando: por ejemplo, cuestiones tan elementales como los matafuegos.

Hoy, nuestro norte sigue siendo el mismo: queremos dar clases en condiciones seguras.

Gloria Rodriguez (Sec Gral de COAD)

Patricia Propersi (Sec Adjunta de COAD)

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