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Reflexiones

El tiempo, tema de comentarios e intercambios cotidianos entre personas diversas puede ser un buen indicador para apreciar las diferencias y contradicciones sociales. No nos referimos al planteo de Montesquieu y sus teorías político﷓climáticas. Lo que nos parece pertinente es analizar como cuando los factores meteorológicos cobran dimensiones extremas emergen aquellas situaciones de injusticia que irritan e indignan.

El frío mata, el hambre humilla y mata. La impunidad persistente de los gobiernos añade eslabones a las cadenas que nos engrillan. Ahora que las bajas temperaturas asolan el territorio de la Región, es posible que se manifiesten con mayor crudeza la ineptitud gubernamental y la tendencia al monopolio del sistema imperante.

Más allá de las declaraciones oficiales, lo cierto es que vivenciamos una crisis energética y no es por falta de recursos, lo que falla otra vez es la distribución de los mismos.

¿Puede faltar gas en un país con los yacimientos petrolíferos que existen en la Argentina? No. Pero la paradoja es que esos recursos son manejados desde hace tiempo por los oligopolios transnacionales. Estos establecen pautas de exclusión y especulación. El Estado﷓cómplice con los mismos se muestra inoperante y entonces las consecuencias están a la vista. Frío y pobreza.

Muerte en las calles y las Villas. Concentración de capitales y exclusión social, son pares patéticos de la perversión y la codicia vigentes. Es inadmisible que casi una treintena de escuelas públicas no cuenten a esta altura del año con sistemas de calefacción adecuados.

La crueldad climática deja al desnudo la ineptitud de los burócratas y su inoperancia evidencia la insensibilidad frente a los más vulnerables. Los niños, los pobres. Impunidad e injusticias todo un estilo de política, otro ladrillo en la pared y van.

Carlos A. Solero

Respuesta

Estimado profesor Petracca, entiendo, si no es equivocada mi información, que desde hace 8 años y hasta el día de hoy usted es Secretario Academico de la Universidad Nacional de Rosario. Si esto es así y si la información que usted proporcina en su nota en Rosario/12 fuera cierta, sólo quiero realizarle un par de preguntas: ¿Porque usted no renunció a su cargo de funcionario del rectorado? ¿No acompaña usted durante estos meses siendo parte del equipo de trabajo del Rector las mismas negligencias que denuncia?. Sólo puedo deducir de esto que: o usted no actúa de acuerdo a sus convicciones o que lo que denuncia en realidad no es cierto. En cualquier caso, le recuerdo que la coherencia no sólo se declama, hay que ejercerla.

Juan Ignacio Sanfilipo Graduado de la UNR