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La organización de derechos humanos de Casilda, UMANO, consideró "inadmisibles las expresiones que tuviera el viernes 18 de noviembre por la mañana, el párroco de la Catedral de Rosario Raúl Giménez, a instancias de las intenciones del rezo, ritual propio de la misa católica, quien a través de calificaciones falaces construyó una 'verdad' basada en la tergiversación de lo real". El sacerdote había pedido una oración por el "amigo injustamente acusado". Desde UMANO puntualizaron: "A Eugenio Segundo Zitelli lo imputó el Tribunal Federal Nº 4, por delitos de Lesa Humanidad, por haber sido pieza clave de una estructura delictiva cuyos fines eran el secuestro, la tortura, la desaparición, la violación y en la mayoría de los casos, el posterior asesinato de las personas detenidas en el Servicio de Informaciones durante la última dictadura".
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