Pura Cancina es una de las psicólogas más reconocidas de Rosario, autora de numerosos trabajos en su especialidad. Reconoce que el dispositivo a ella adjudicado -denominado "La fábrica del caso"- es en realidad "un nombre que tomé de los textos fundacionales de la École Lacanienne y de una experiencia, conducida por Eric Porge, que realicé en Córdoba hace ya mucho tiempo". Y sostiene que "este dispositivo demuestra que la clÃnica psicoanalÃtica es un hecho de fabricación".
Cancina recordó que en 1986 empezó la fábrica de casos en la cátedra de ClÃnica, en la Facultad de PsicologÃa de Rosario. Un par de años antes "entré en contacto, en un encuentro que se hace en Córdoba, con gente de la Escuela Lacaniana. Yo seguÃa con mucho interés a la revista Littoral. Recuerdo que en ese encuentro en Córdoba, ellos comentan lo de fábrica de casos, y se hace un ensayo de puesta en acto de un dispositivo que luego yo modifiqué un poco pero conservando lo esencial de su lógica".
La idea de implementar este dispositivo de trabajo de la clÃnica psicoanalÃtica con estudiantes de psicologÃa estudiantes avanzados en la carrera ya que se trata de una asignatura de quinto año responde a una pregunta válida también para analistas ya formados, asegura Cancina. Por eso, al cabo de un tiempo, "también puse en acto este dispositivo en la Escuela de Psicoanálisis Sigmund Freud Rosario, donde hemos fabricado durante varios años. El trabajo fue de tal calidad que a partir de un momento iniciamos la publicación de la serie La fábrica del Caso".
Para la prestigiosa psicóloga la pregunta es la siguiente: "¿Cómo dar a la elaboración clÃnica un estatuto riguroso, cómo en el trabajo a partir de un caso, lograr niveles de formalización que hagan avanzar a la clÃnica psicoanalÃtica y superen el registro de lo opinable? Pienso que a la clÃnica hay que trabajarla de otra manera, con una lectura que se sostenga con un referente textual. La fábrica exige una tarea de elaboración mucho más rigurosa. Esto lo planteo asà con respecto al trabajo de Escuela con otros analistas".
-¿Cuál es el sustento y el aporte teórico y clÃnico de este dispositivo?
-Si respondo rápidamente, puedo decir que este dispositivo demuestra que la clÃnica psicoanalÃtica es un hecho de fabricación. Ahora paso a explicarme. Me fue necesario comenzar por situar las diferencias y la articulación, en psicoanálisis, de teorÃa, práctica o experiencia y clÃnica. Las diferencié y las anude de manera borromea. Se habla usualmente de práctica clÃnica para referirse a la práctica de la cura. Ante esto podrÃamos preguntarnos si, en el psicoanálisis, hay otra, ya que una primera cuestión a subrayar entre nuestros fundamentos, es la consideración de que el psicoanálisis es, fundamental y radicalmente, una práctica. Usualmente se piensa que la clÃnica es la práctica porque se lo piensa a la manera del encuentro con el médico clÃnico y, también, a partir de lo que es una de las incumbencias del psicólogo: la clÃnica como la atención de paciente. Yo entiendo la clÃnica como una instancia diferente a la del acto, como otro tiempo, un "a posteriori". La clÃnica ya es ese tiempo de volver sobre lo que ocurrió en el acto y lograr alguna formalización.
Cancina señala que se usó el término "clÃnica" según un sentido que viene de la clÃnica médica y viene de lo que fue, después, la psicologÃa clÃnica, donde por tal se entendÃa la atención del paciente, la clÃnica médica es el intento de formalización de lo que se observa. Y agrega que "para los fundadores de la clÃnica psiquiátrica, que no es lo mismo que la psiquiatrÃa, se trataba de observar atentamente, discriminar, o sea diferencias y clasificar. Esto dio lo mejor de la clÃnica psiquiátrica, que es su época clásica. Ahà me parece que excede el simple hecho de atender a alguien o escuchar a alguien, porque ya está incluido, en la observación, el hacer clÃnica. Que es lo que Lacan después llamó `cliniquear', lo que serÃa que cada uno a partir de su práctica, vaya construyendo su propia clÃnica".
-Usted ha dedicado particular atención al estudio de la Neurastenia. ¿Cuáles eran los obstáculos que le planteaban a su práctica clÃnica la forma convencional de pensar la neurastenia?
-En realidad no encontré este tipo de obstáculo en mi clÃnica ya que la manera de pensar estos problemas habÃa desaparecido con los problemas mismos. Con lo que sà me encontré es con ciertas presentaciones sintomáticas que aún no habÃa encontrado su clÃnica, que aún no habÃan sido cliniqueadas desde el psicoanálisis, por ejemplo la fatiga. Pensarla como depresión me resultaba insuficiente ya que significaba permanecer del lado del sÃntoma sin poder responder por la estructura, sobre todo cuando las operaciones a nivel significante resultaban no solamente insuficientes sino, incluso, inocuas.
-En su texto "Fatiga crónicaNeurastenia" desarrolla sus consideraciones sobre "el caso Sibylle" (la hija de Lacan) quien al decir de su padre en el siglo XIX hubiera sido diagnosticada como neurasténica.
-Ante la no-respuesta del Otro, el sujeto, en tanto no sabe qué objeto es para el Otro, para consistir se deja representar por un significante holofraseado, con valor de 1 pero sin relación a otro, en la afección. En estas afecciones en serie con las psicosomáticas, la inconsistencia de lo imaginario es suplida por la imagen, el cuerpo imaginario que se aproxima asà al cuerpo mimético. El cuerpo pierde consistencia y ésta es suplida a nivel de la imagen del cuerpo, en ese caso, por la mÃmica de la tristeza. Son afecciones ligadas a la latencia, a algo que queda latente, detenido. Algo ocultado se da a ver por la afección.
*Psicoanalista y Doctora en PsicologÃa. Entrevista completa en www.elsigma.com.
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