La revista Elpsitio entrevistó a Juan David Nasio, psicoanalista y psiquiatra argentino que constituye un nombre de referencia internacional. Es director de los Seminarios PsicoanalÃticos de ParÃs y ha publicado numerosos escritos. De paso por Buenos Aires, el profesional rosarino comentó sus ideas sobre la formación del analista y la actualidad del propio psicoanálisis en el mundo moderno.
-¿Cómo piensa usted la formación del psicoanalista? ¿Es posible desde la universidad?
-Pienso que un analista se forma ante todo en el diván. Es decir, la primera lección la más grande enseñanza es estar hablando de él mismo a través de la experiencia personal, Ãntima, del diván. En segundo lugar, el segundo elemento, la segunda vÃa que lleva, culmina, con un psicoanalista es la lectura, el estudio de textos fundamentales. Es una lectura continua, lenta, progresiva y permanente. La tercera vÃa, es la pertenencia a la comunidad psicoanalÃtica, es decir, aunque sea estudiante, joven, aunque esté dando sus primeros pasos, tiene que conocer a otras personas que estén estudiando como él. Tiene que sentirse que está integrando poco a poco una comunidad, el elemento social, comunitario, es muy importante en la formación del psicoanalista. Porque el elemento comunitario es nuestra primera forma de superyo. Es nuestra primera forma de conocer aquellas leyes implÃcitas, no dichas, que nos hacen bien, que nos protegen y al mismo tiempo que nos orientan. Ideales, son ideales más que leyes y esos ideales forman parte de la comunidad. Y comenzar a estudiar psicoanálisis en grupos, en un pequeño grupo o con otras personas, permite que de poco a poco adquirir esos ideales comunitarios. La cuarta vÃa de formación de un psicoanalista es la vÃa de la práctica de supervisión. Es decir, el psicoanalista joven tiene que tratar de trabajar en una institución hospitalaria si es posible, que sea psicólogo, médico o nada, pero que en todo caso trabaje en pacientes enfermos, si es posible con pacientes psicóticos y que ese trabajo clÃnico, de pasantÃa, de observación de pacientes, eso lo pueda supervisar y controlar con algún otro colega que esté formado, esta es la cuarta vÃa, la de la observación de la práctica y de la clÃnica. En la quinta vÃa que lleva a eso, yo ubicarÃa a la universidad en dos planos, en el plano del estudio, que lo dije en segundo lugar y lo ubicarÃa en el plano del reconocimiento social para poder practicar, creo que es bueno, es mejor, para practicar como psicoanalista en cualquier lugar en el mundo, en Santiago, en ValparaÃso, New York, Buenos Aires o ParÃs, que lo mejor es que tenga un diploma que lo reconozca y si es posible que sea un diploma universitario. Entonces en ese sentido pienso que es importante. Entonces, para sintetizar: el diván, el estudio, el estudio universitario o no, pero el estudio; en tercer lugar, la pertenencia progresiva a una comunidad y la asimilación de sus ideales; en cuarto lugar, la actividad clÃnica, una pasantÃa clÃnica y finalmente entonces que en lo global de todo ello lo va a llevar a practicar y ha sentirse como psicoanalista.
-¿Cómo piensa usted la posibilidad que tiene el psicoanálisis en la actualidad?
-Yo considero que el psicoanálisis primero hay que medirlo en cada paÃs diferente. Las cosas que han modificado. No se olviden, el psicoanálisis comenzó en Viena. Pero en el año 1930, el psicoanálisis era mucho más importante en BerlÃn que en Viena. La escuela de BerlÃn era una escuela extraordinaria, los mejores psicoanalistas en ese momento, de formación de freudianos, todos estaban allÃ, antes de la guerra, BerlÃn era el centro mundial del psicoanálisis. Luego el centro del psicoanálisis se desplazó a New York. Donde muchos psicoanalistas alemanes y europeos tuvieron que emigrar a causa de los problemas, habÃa muchos psicoanalistas judÃos, tuvieron que emigrar, judÃos y no judÃos, por supuesto, y fueron a Estados Unidos y allá llevaron con ellos el entusiasmo y fue New York la que se convirtió el centro del psicoanálisis mundial. Y luego, poco a poco eso fue cambiando, recordemos la importancia de Londres, de ParÃs, como lugares muy importantes en la formación del psicoanálisis, en la elaboración de teorÃas nuevas, de contribuciones. Y llegamos al punto de hoy donde podemos decir que el psicoanálisis está muy desarrollado en Buenos Aires, en Argentina, en Latinoamérica, en Chile también, no es tanto como en Brasil o como en Argentina, pero tiene su desarrollo. Está desarrollado actualmente en Francia, sobre todo en ParÃs, pero en Francia toda globalmente, en todas las ciudades de Francia hay muchos psicoanalistas. Actualmente en Londres no hay un gran desarrollo en el sentido de la multiplicación de número de psicoanalistas, pero hay un gran desarrollo en cuanto al interés en Londres entre el psicoanálisis y las neurociencias, que es muy interesante lo que está pasando en Inglaterra. Y luego tenemos un centro importante en España, Madrid, Barcelona; luego tenemos, para terminar, en otros paÃses, que no tienen un gran desarrollo, pero tienen una presencia, como por ejemplo en Dinamarca, Bélgica, inclusive en Rusia. Yo he estado en Moscú y bueno, allá hay un interés que está creciendo. En una palabra, la situación del psicoanálisis hoy, es una situación que se está modificando. Es decir, la carta geográfica, se cambia, pero mi impresión es una impresión positiva. Quiero decir que siempre hay gente joven que quiere aprender psicoanálisis, siempre hay pacientes que piden y que vienen a los psicoanalistas porque sufren y siempre hay coloquios y libros. Que son para mà los cuatros signos que manifiestan el desarrollo de una disciplina.
* En la publicación digital www.elpsitio.com.ar puede leerse la versión completa.
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