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Los seres hablantes tienen un cuerpo. Se trata de un cuerpo vivo. El concepto anal铆tico de la vida es definida por Lacan por el goce. El goce es entonces condici贸n de un cuerpo vivo. Para Lacan el cuerpo en tanto uno es del orden de lo imaginario. Pero su tesis es de que al uno del cuerpo se lo atrapa a partir del significante y no de la naturaleza.
Freud demostr贸 que en la sexualidad humana la anatom铆a no es el destino. El lenguaje opone un obst谩culo a la relaci贸n sexual, al confrontar a los seres humanos con el goce como un real espec铆fico.
Con Lacan hablamos de sexuaci贸n, teor铆a que se construye a partir de tres momentos l贸gicos articulados alrededor de la funci贸n f谩lica.
Cada sexo se ubica en relaci贸n a un solo significante, el falo, como principio sexual en el inconsciente. La elecci贸n del sexo se da no s贸lo por la biolog铆a y el medio ambiente simb贸lico y social, sino fundamentalmente por una decisi贸n del sujeto que Lacan define como forzada.
El sexo se aborda en el inconsciente por medio del lenguaje, y no de la uni贸n de los gametos sexuales. Los modos de goce se asientan en la decisi贸n de ser hombre o mujer. La experiencia cl铆nica demuestra que esta teor铆a es m谩s rigurosa y coherente que la oposici贸n de lo innato y lo adquirido. Los casos de sujetos a quienes su entorno declar贸 de un sexo y m谩s tarde de otro se ajustan y ponen a prueba esta teor铆a.
El discurso de la ciencia encuentra un l铆mite ante un real que le es heterog茅neo, el espacio del goce de los cuerpos, desvinculado de los prop贸sitos de la reproducci贸n en el ser hablante.
El acto sexual no les permite a los sujetos hombre o mujer la subjetivaci贸n del sexo. Pensarse hombre o mujer a trav茅s del acoplamiento es puramente imaginario, no determina su ser sexuado.
Los sujetos transexuales, el travestismo o las identificaciones normativas pueden encontrar en el psicoan谩lisis alternativas diferentes que una cirug铆a mutiladora u otro modo de pasaje al acto.
El psicoan谩lisis se enfrenta en este siglo XXI a nuevos desaf铆os cl铆nicos que determinan una conmoci贸n cultural in茅dita que llamaremos "hipermodernidad", t茅rmino que Gilles Lipovetsky acu帽a para definir la 茅poca.
Un nuevo proceso de personalizaci贸n de las costumbres: consumo masificado, flexibilidad en la informaci贸n, estimulaci贸n de las necesidades, del sexo y una exaltaci贸n del culto a lo natural, la cordialidad y el sentido del humor.
El nombre del padre ha dejado de ser el significante que anuda el orden simb贸lico del siglo XXI. El significante de la 茅poca se traduce por el imperativo superyoico 隆Goza!, discurso que no pasa por la palabra, sino por las f贸rmulas cient铆ficas y la cifra de la evaluaci贸n.
Esta sociedad quiere vivir aqu铆 y ahora. Predomina el individualismo. No tiene 铆dolos ni tab煤es, est谩 regida por el vac铆o. La nueva era de consumo termina produciendo el consumo de la propia existencia.
Estos temas y su correlaci贸n cl铆nica, ser谩n abordados en un curso anual que se dictar谩 en la Secci贸n Rosario de la EOL. Comenzar谩 el lunes 11 de abril y continuar谩 los primeros lunes de cada mes.
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