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Jueves, 24 de noviembre de 2011
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Las neurociencias como una forma de predeterminación biológica

¿La infancia bajo control?

Cada vez más existe una población infantil sobrediagnosticada "rápidamente", con un rótulo estigmatizante que tranquiliza a padres y maestros ante su desorientación. La medicalización además abre un nuevo mercado, el del niño como consumidor.

Por María del Carmen Arias*
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En lugar del chaleco de fuerza, se usa chaleco químico.

El progreso de la ciencia despierta interrogantes éticos, primero fue la genética, ahora la joven neurociencia. Surge la pregunta acerca del uso de sus descubrimientos, es decir su finalidad. La especialista sueca en Neuro ética, Kathinka Evers, estuvo en Buenos Aires junto a Pierre Changeux, considerado el padre de las neurociencias y opinó sobre el tema. Afirmó que la neurociencia crea muchas expectativas pero a la vez enciende alarmas. Aparecen signos inquietantes tales como poder identificar el cerebro terrorista, desarrollar drogas que modifiquen el cerebro con fines militares, optimizar las funciones cerebrales a partir de la creación de drogas racionales. Consultada acerca de cómo utilizar estos conocimientos, con qué fines, la especialista propone "estar vigilantes", pero que la vigilancia no impida el optimismo.

El sociólogo británico Nikolas Rose, afirma que hay una somatización de la ética ya que cada vez más nos relacionamos con nosotros mismos no ya a partir de un mundo psicológico interior sino a partir del cuerpo en general. Surge así una acción sobre el cuerpo que se ha desplazado últimamente al cerebro. Este es un modelo para el cual todos somos enfermos pre﷓sintomáticos. Se trata de prevenir enfermedades futuras no solo somáticas sino también psiquiátricas o conductas antisociales. Sabemos que la pretendida prevención encierra el peligro de tener una sociedad bajo control, medicada, donde el sujeto se vería segregado, donde el saber del inconciente podría desaparecer.

Lo que se impone es el saber de la cifra, del genoma humano, del cerebro, donde la ética del bien decir ya no tiene lugar. Sin embargo, siempre habrá un lugar para lo inesperado, lo excepcional, lo que no entra en la casilla.

Los tiempos de la manicomialización, lobotomizaciones, electroshocks, parecen lejanos pero cuidémonos de sus nuevas presentaciones. En lugar del chaleco de fuerza, el chaleco químico pareciera un avance. Hoy lo nuevo es la tendencia cada vez mayor a que el chaleco se use en la infancia, con un niño al que ya no hay que proteger sino del que la sociedad debe protegerse. Medicalización que además abre un nuevo mercado, el del niño como consumidor.

Nos encontramos con una población infantil sobrediagnosticada "rápidamente", con un rótulo estigmatizante que tranquiliza a padres y maestros ante su desorientación, invalidando la normalidad de ciertas conductas que rápidamente pasan a ser consideradas "patológicas". El secreto profesional tiende a desaparecer ya que cualquier travesura que un niño "confiese" deberá ser reportada. La intimidad y la libertad dejan de ser valoradas, y en esto los medios de comunicación también aportan lo suyo.

Estas son cuestiones que merecen ser puestas al debate. Nos serviremos para eso de la presentación del film La infancia bajo control, proyectado en la TV francesa en 2010 y que sale al paso de un informe del INSERM (Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de Francia).

A partir de la opinión de reconocidos profesionales e investigadores de distintos países, surge la idea de que un niño travieso puede convertirse en un criminal en edad adulta, teniendo como base el poder de la predicción. Ya desde la guardería, a los 3 años, es conveniente evaluarlos y quizás también medicarlos. Los diversos modos de evaluación que muestra nos sorprenderán.

Tendremos oportunidad de acceder a otras opiniones que cuestionan aspectos de este enfoque completando el mensaje de este film, que actuará como disparador de nuestra reflexión y debate acerca de cuestiones tales como: ¿Qué es un niño? ¿De qué manera esto puede influir en las políticas sanitarias y sociales? Si todo está escrito en la célula del embrión ¿qué destino para un sujeto? ¿El inconciente desaparece?

El encuentro, este viernes en la EOL, tendrá como invitadas a quien suscribe esta nota y a Marcela Errecondo, miembros de ERINDA (Espacio rosarino de investigación del niño en el discurso analítico) para aportar su análisis y comentario.

Continuaremos medio día de sábado con las Jornadas de los Cursos Ceceol y Ciol donde pondremos a cielo abierto, a partir de nuestra clínica, cómo trabajamos los analistas de orientación lacaniana con los niños. Contaremos además con una mesa con trabajos sobre Política y Psicoanálisis.

*Miembro EOL y AMP. Co﷓responsable ERINDA.

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