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La sequía vuelve a ocupar la preocupación del gobierno provincial y estará en el centro de su agenda en los próximos días, cuando la ausencia de lluvias ya impacte en todo el territorio, según los pronósticos. La situación genera conflictividad social entre intendentes y ganaderos que se disputan el agua que un canal empuja contra pendiente desde el río Salado, en Tostado, hasta Villa Minetti. Los transportistas aprovechan el momento y aumentan su tarifa para llevar agua a los campos. La Provincia, en tanto, consiguió 15 millones de pesos del Ministerio de Agricultura nacional para costear la emergencia. "Si en diez días no llueve, vamos a empezar a estar complicados en toda la provincia", se preocupó el secretario del Sistema Agropecuario, Luis Contigiani.
El gobernador Antonio Bonfatti estará hoy en el departamento 9 de Julio, acompañado de los ministros de la Producción, Carlos Fascendini, y de Aguas, Antonio Ciancio, con el objetivo de dar una señal política de apoyo a una región que en los últimos tres años pasó de tener 900.000 vacunos a los actuales 600.000. "Y de ese total, el 76 por ciento corresponde a productores que poseen menos de 300 cabezas y, por lo tanto, no tienen resto para soportar la sequía", reveló Contigiani. En medio de las dificultades, los camioneros de la zona ya cobran hasta 20 pesos por kilómetro para transportar agua y eso aportó al clima tenso que se vive en las localidades del noroeste santafesino. Los ganaderos más grandes, en cambio, hasta cuentan con camiones propios y se ponen a salvo de la especulación.
Las últimas lluvias, escasas, cayeron en vísperas de Navidad, y eso hace que hoy se requieran unos utópicos 200 milímetros en pocos días para que cese la emergencia. Una situación similar se vive en los alrededores de Rufino, en el sur provincial. "Pero si no llueve en diez días, el problema será grave ya en Vera, en el sur santafesino, y vamos a estar complicados en toda la provincia con el correr de los días", alertó el funcionario de la cartera de Producción.
El río Salado presenta aceptable caudal en estos días, y eso contiene cierta tranquilidad en Tostado, sobre sus márgenes. El panorama se agrava hacia el norte. El llamado "canal ganadero" que la Provincia construyó en 2009 lleva agua del Salado a lo largo de 70 kilómetros hasta Villa Minetti, junto a la ruta 95. Lo hace en contra de la pendiente natural, por lo que requiere de cuatro estaciones de bombeo funcionando las 24 horas. La primera de ellas tracciona a razón de 3 millones de litros por hora. El sistema consume unos 800 litros de gasoil por día. Y pese a todo eso, si no hay lluvias no alcanza. Los ganaderos se abastecen de allí para sus establecimientos, acumulan en represas y demás reservorios. Los intendentes y presidentes comunales también pugnan por garantizar ese recurso para sus pueblos, Logroño, Montefiore, Gato Colorado, Pozo Borrado y Santa Margarita, entre otros. Esa confrontación de intereses se traduce por estos días en una tirantez palpable, según funcionarios consultados.
Desde Villa Minetti hacia el norte, hasta Gregoria Pérez de Denis, el agua sólo llega con cisternas de 30.000 litros potables cada una que el gobierno envía desde Reconquista entre 1 y 2 veces por semana, según el caso. El secretario de Aguas, Hugo Orsolini, anunció que se resolvió duplicar la provisión de agua, de manera de alcanzar un millón de litros por semana a una población total de 10.000 habitantes de la región.
Hoy Bonfatti y sus colaboradores llevarán al norte la noticia de que consiguieron una línea abierta en el Ministerio de Agricultura de la Nación para utilizar fondos de emergencia por 15 millones de pesos. Se distribuiría a través de la Asociación para el Desarrollo, con base en Villa Minetti. El destino sería garantizar el acarreo de agua y subsidiar la recuperación del ganado por distintas vías como la entrega de granos y forrajes. Bonfatti y sus funcionarios recorrerán el azud nivelador del Salado.
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