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Jueves, 6 de diciembre de 2012
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Qué lugar le adjudica el Psicoanálisis a la homosexualidad

Tendencias, conflictos y rasgos

Freud esclareció el fundamento de la comunidad humana, de la sociedad, en el llamado lazo homosexual. Lo mismo y lo otro. Lacan eleva esta génesis del discurso a una lógica que coloca la cuestión del sexo en la interrogación acerca del Otro sexo.

Por Marcela Varela
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El análisis posibilita otro modo de estar en lo social.

Hablar de homosexualidad en esta época en la que la producción bibliográfica acerca del género es vedette en sitios de internet y librerías, es confesión en programas de televisión, es discusión en el ámbito jurídico, es objeto de mercado, es atractivo turístico, es ocasión también para preguntarnos qué lugar le adjudica el Psicoanálisis a la homosexualidad. Freud esclareció el fundamento de la comunidad humana, de la sociedad, en el llamado lazo homosexual. Lo social es lazo homosexual. En la estructura de masa, como ejemplo paradigmático de la sociedad, Freud despeja los hilos que la sostienen unida en esos lazos simultáneos: de cada uno de sus individuos al lugar del ideal y el vínculo que eso funda entre ellos. El análisis posibilita otro modo de estar en lo social.

El prefijo homo significa en sus diferentes orígenes tanto igual, mismo, como hombre. No descuidamos que la palabra homosexual, generalmente, califica tendencias, conflictos, rasgos, caracteres, elecciones, posiciones y alude a una práctica sexual. Pero la particularidad que como analistas ubicamos es el hecho de escuchar que quienes comparten la relación a un ideal que toma un valor absoluto, eso los homosexualiza independientemente de sus prácticas en la cama. En el modo de hablar que nos afecta a los seres humanos se escucha nuestro modo de relación, de vinculación, cada modo de hablar establece un lazo social y no otro.

Esto no es nuevo, lo sabemos, modos de hablar que hacen época, ¿quién no lo ha dicho? La frecuencia con que se emplea una voz, un vocablo o una expresión definieron, dieron nombre a muchas épocas. El Preciosismo, movimiento social y cultural del siglo XVII, el sistema o ideología de Las Preciosas, guardianas del Amor Ideal; toma su nombre del uso que hacían del termino "précieux" (valioso en francés) pero usado con la connotación española de "bonito, lindo". Sus características nos delinean su modo de relación y su ideal: el valor de la última moda, la galantería, el refinamiento, la apariencia, los títulos sociales, el dinero, los retratos morales y sus máximas, la exaltación de una idea platónica del amor así como del "hombre perfecto". Los preciosos, debían comportarse de acuerdo a estos cánones que incluían ganarse el aprecio, respeto y admiración de las mujeres. Esto provocaba, a veces, la reducción del número de hombres e incluso su expulsión. Creerse provistas del poder de manejar el lenguaje, guardianas del lenguaje, salvadas según un código moral de los problemas entre hombres y mujeres, entre hombres y hombres, entre mujeres y mujeres, sin lugar a incertidumbres, a equivocación, con la ilusión de definirse a si mismas/os basándose únicamente en la evaluación de la relación con otros.

La comedia representa las confusiones que se establecen en la relación del hombre con la palabra, de allí Moliere con sus Preciosas Ridículas. La comedia de la vida cotidiana de los sexos, ¡mismo sexo o sexo opuesto! El trabajo con la lengua es siempre el orden que nos ubica a los seres hablantes, se suele decir mismo sexo y sexo opuesto cuando en realidad mismo sexo a lo que se opone es a otro sexo (hétero﷓otro). Lo mismo y lo otro. Lacan eleva esta génesis del discurso a una lógica que coloca la cuestión del sexo en la interrogación acerca del Otro sexo, independientemente de la anatomía, la genética y la elección de objeto que tienen su importancia en otras coordenadas que las que nos convocan en este texto.

De vez en cuando Las preciosas se encontraban asaltadas, molestadas por alguna mirada inesperada, como hoy en este mundo tan omnivoyeur, ¡sin embargo la mirada a veces hace apariciones inesperadas! Mirada que puede ser una palabra, un ruido, un pensamiento, un síntoma, una equivocación, y entonces lo otro que lo igual, que lo mismo, entra en escena. Cada quien podrá ir perfilando, reconociendo preciosas y preciosos en nuestro mundo de hoy.

* Analista Miembro de freudianas Institución de Psicoanálisis.

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