El camino del diálogo

Las psicólogas Haydée Sánchez Aramburu, María Cristina Mazzia, Graciela Raffo y Elena Davoli, integran el Servicio de Mediación del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Fe de la 2º Circunscripción. En diálogo con Rosario/12, las profesionales caracterizaron el este Servicio de Mediación como a "un espacio abierto a la comunidad, un lugar de escucha, de diálogo, de orientación para afrontar un problema y de acompañamiento en la toma de decisiones".

-¿Cómo está organizado el Servicio de Mediación, qué ofrece a la comunidad?

-Sánchez Aramburu: El Colegio de Psicólogos donde funciona el Departamento de Mediación ha tomado la iniciativa de crear este Servicio de Mediación para la comunidad. Consideramos que es necesario restablecer los lazos de diálogo, darle a la palabra todo el valor que ha tenido y que se ha ido devaluando. Los psicólogos sabemos del valor de la palabra en relación a la cura, a la psicoterapia, pero también es importante cómo circula la palabra, el diálogo, entre los miembros de una comunidad. Y pensamos que a medida que vaya avanzando la participación de las personas en el ámbito ciudadano, es decir que sus propios problemas traten de resolverlos buscando sus propias soluciones, van a necesitar de un tercero para acercarse a aquellas personas con las que tienen un conflicto o tienen dificultades, y esa es la función del mediador.

-¿Respecto a la función del mediador cómo aclarar para la gente su tarea y así ampliar su espacio?

-Mazzia: Bueno, el mediador realiza su práctica en el campo de lo social y las operaciones que realiza en lo particular replican en lo social, porque el mediador ﷓que no resuelve﷓ sino que crea un ámbito propicio para un encuentro, para que sea posible que uno hable y que el otro escuche. Digo que replica en lo social porque instalando o reinstalando cuestiones como la hospitalidad, la amistad, la solidaridad, esto produce, o anhelamos o apostamos a que produzca un cambio en lo social, por lo tanto el equipo de mediadores o el equipo que forma este Departamento que venimos de prácticas diferentes, de teorías diferentes, tenemos muy en claro que todo el trabajo que nosotros realizamos en el Departamento de escuchar al otro aunque piense diferente que yo, aunque venga de una escuela diferente y/o relacione las cosas de una manera diferente es importante para el producto de esto, porque el mediador es un estilo de vida. El mediador no prejuzga, no critica, no litiga, el mediador escucha y se sorprende y trabaja en el campo de la incertidumbre.

-¿Existe en el Departamento de Mediación una política de inscripción de psicólogos para aprender la Mediación y convertirse en tales?

-Raffo: La inauguración del Servicio de Mediación constituye un entusiasta proyecto puesto que implica una afirmación de nuestro lugar con una práctica con muchísimas posibilidades en donde los colegas habiendo cumplimentado los requisitos de capacitación específica de los diferentes cursos que son luego aceptados y legitimados por el Ministerio de Justicia más una fundamentación del 'para qué' adherirse a esta actividad pueda enriquecer y trabajar para la comunidad. Para nosotras implica desde la heterogeneidad, la diferencia, y los distintos marcos teóricos el aporte que consideramos que para la comunidad y los ciudadanos en general volver a reflotar una cuestión que está presente en todos y que nos desalienta: y es que vivimos en una cultura en la cual es difícil la democracia y es difícil sostener valores que no tengan que ver con la destructividad. Si partimos de la base que en el proceso de mediación es el de tener una participación de todos los integrantes de una determinada disputa o problema, y llegar a un acuerdo de esas diferencias desde el protagonismo y desde la propia responsabilidad, como señalaba antes Cristina, el lugar del mediador va a ser el de posibilitar el que ellos mismos no sólo resuelvan sus diferencias sino también produzcan algún tipo de transformación en sus relaciones y en esto los psicólogos tenemos bastante como para acompañar.

-¿La mediación es algo solicitado por la comunidad? ¿Está instalada como práctica?

-Davoli: Pienso que la práctica de la mediación no se ha instalado firmemente en nuestra sociedad fundamentalmente porque ella no deja de estar impregnada por ciertos ideales de la época en los que criterios de objetivación llevan a la devaluación de la palabra. Vivimos en una sociedad de consumo y la mediación misma puede tomarse como un objeto de consumo. Donde esas formas de instrumentación se alejan de lo que nosotros consideramos realmente como la esencia de la mediación. Yo entiendo la mediación fundamentalmente como una función social y no como una alternativa más. Porque cuando se habla de mediación se habla en términos de desjudicialización y a mí me parece que va mucho más allá de estas cuestiones pragmáticas como ahorrar dinero, tiempo, acotar los plazos, usar esta otra alternativa en vez de ir a un juicio, etcétera. Siempre se habla de mediación con esos términos. La entiendo como una función social en el sentido que tiende a restablecer los lazos sociales en una época donde la exclusión, la segregación están en primer orden.

-¿Existe una demanda efectiva de mediación?

-R.: aquí, en el Tribunal de Etica del Colegio han surgido pedidos específicos de mediación para asuntos propios entre partes relativos al trabajo en dicho Tribunal.

-S.A.: nosotros tenemos conocimiento que en la ciudad de Rosario hay mucha demanda de mediación. Justamente la creación del Servicio de Mediación del Colegio de Psicólogos es para promover el conocimiento y la demanda de mediación que ya está en la sociedad y está instalada.

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