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Jueves, 8 de junio de 2006
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DISCURSO, ESTRUCTURA Y PRÁCTICA DEL PSICOANALISIS

La resistencia al discurso

Como anticipo de su intervención en el curso "La interpretación y la construcción en el análisis", Anabel Salafia señala que "la resistencia al psicoanálisis es la resistencia al discurso del psicoanálisis".

Por Anabel Salafia *
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La resistencia al psicoanálisis no es personal ni propia de sectores determinados. "La cura fuera de discurso es, inevitablemente, psicoterapia", señala Anabel Salafia.

La referencia de Lacan al envés del psicoanálisis indica que, si una práctica no se atiene a las constricciones propias del discurso en el que encuentra su correspondencia con la legalidad de una estructura, éste discurrirá en la desorientación. No sabremos ya qué puede y qué no puede decirse en nombre del psicoanálisis cuando se habla de clínica, de teoría o de técnica.

La resistencia al psicoanálisis no es personal ni propia de sectores determinados, es preciso reconocer que al psicoanálisis se lo resiste con el psicoanálisis. La histeria, por ejemplo, se sirve de enunciados de la doctrina para resistir a lo que le otorga dignidad de discurso en el análisis. La resistencia al psicoanálisis es la resistencia al discurso del psicoanálisis. La cura fuera de discurso es, inevitablemente, psicoterapia.

Sabemos, más precisamente, que una cita de Freud o de Lacan no dicen lo mismo en el discurso del psicoanálisis y en el discurso universitario. Fuera de discurso se podrán encontrar la cantidad que se desee de "nuevas patologías"; fuera de discurso la neurosis no se convierte en discurso histérico, ni tiene, por lo tanto, al síntoma como dominante capaz de guardar su relación con la verdad. El del psicoanálisis es un discurso que tiene su estatuto de saber qué es lo que ocurre con el sujeto al ser empleado por el lenguaje, su ser se convierte en un resto. Ese desperdicio que es un objeto y que Lacan llamó a, es lo que queda al final de todos los discursos.

La estructura en psicoanálisis determina efectos tanto de superficie, como de sentido y de significación, pero una estructura es algo que supone un determinado orden y una ley en relación con la cual lo que llamamos estructura se organiza. En general, cuando se habla con respecto a la ley y a su carácter simbólico, a lo que es la deuda simbólica, no siempre está claro qué es una estructura, es decir, que tiene un funcionamiento propio que obedece a una ley interna que es precisamente la que se trata de reconocer, digo que se trata de reconocer porque una estructura rige sin ese reconocimiento de la ley.

Cuando se dice que en el análisis se trata de una lectura. ¿Que quiere decir? Esta lectura es imposible si no se reconoce, por ejemplo, en un sueño, lo que es su estructura simbólica y la ley en función de la cual ese sueño se organiza como tal. Es esa la condición de posibilidad de una lectura y, entonces, de una interpretación. La interpretación está referida a determinado sentido que pueda estar en juego en la estructura de un sueño, pero únicamente en la medida en que concierne al tratamiento de lo real por lo simbólico. Es la forma en que Lacan define la práctica del psicoanálisis, como una praxis, un tratamiento de lo real por lo simbólico o con lo simbólico.

El término praxis, en sí mismo, en la lengua griega y particularmente en Aristóteles, se refiere a lo que es una práctica. Pero a lo que es una práctica que tiene un fin en sí mismo, una práctica independiente de que tenga un producto. A este 'hacer' que produce algo los griegos lo llamaban poiesis, es otra cosa que lo que es la práctica. Su definición es intrínsecamente ética. La práctica, la praxis, concierne al acto que se cumple como acto sin otra finalidad que su realización. Es algo que se cierra como acto, se cumple, se cierra, y es lo que nos aproxima a una concepción de lo que es una práctica en tanto práctica de discurso.

Existen ejemplos de sueños que podemos considerar sueños traumáticos. Por ejemplo, el sueño de 'El hombre de los lobos', donde el sueño mismo es traumático. Esto quiere decir que lo que el sueño le presenta al sujeto es algo que no existía antes de que el sueño se produjera. Podría objetarse que, sin embargo, cuando Freud hace su construcción respecto del hombre de los lobos diciendo que él habría presenciado la escena primitiva, dice que ese es el primer suceso y que el sueño lo reproduce. Se puede pensar de esa manera pero no parece que sea útil pensarlo así. Es al revés, es a partir del sueño que esa construcción es posible, de manera que el trauma, en sí mismo, es el sueño mismo.

* Analista miembro de la Escuela Freudiana de la Argentina. Cofundadora de la Fundación del Campo Lacaniano.

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