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Jueves, 30 de mayo de 2013
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Se reedita el Seminario VI de Jacques Lacan

Guía para leer el deseo encubierto

Por Jacques﷓Alain Miller*

¿Qué muestra Lacan? que el deseo no es una función biológica; que no está coordinado a un objeto natural; que su objeto es fantasmático. Por eso, el deseo es extravagante. Inasequible a quien quiere dominarlo. Nos hace jugadas. Además, si no es reconocido fabrica síntomas. En un análisis se trata de interpretar, es decir, de leer en el síntoma el mensaje de deseo que encubre.

Si el deseo desvía, en contrapartida suscita la invención de artificios, teniendo un papel de brújula. La especie animal tiene su brújula que es única. En la especie humana las brújulas son múltiples: son montañas de significantes, discursos. Dicen lo que hay que hacer: cómo pensar, como gozar, cómo reproducirse. Sin embargo el fantasma de cada uno permanece irreductible a los ideales comunes.

Hasta una época reciente, nuestras brújulas tan diversas como fueran, todas indicaban el mismo norte: el Padre.

Creíamos en el patriarcado como una invariante antropológica. Su caída se aceleró con la igualdad de condiciones, la poderosa subida del capitalismo, la dominación de la técnica. Estamos en la fase de salida del Padre.

Otro discurso está en vías de suplantar el antiguo. La invocación en el lugar de la tradición. Más bien que la jerarquía la red. El atractivo de lo venidero vence sobre el peso del pasado. Lo femenino toma la delantera sobre lo viril. Allí donde había un orden inmutable, flujos transformadores empujan incesantemente todo límite.

Freud es de la edad del Padre, ha hecho mucho para salvarlo. La iglesia acabó por percibirlo. Lacan ha seguido el camino abierto por Freud, pero le condujo a plantear que el padre es un síntoma. Lo muestra aquí en el ejemplo de Hamlet.

Lo que se ha retenido de Lacan --la formalización del Edipo, el acento puesto sobre el Nombre﷓del﷓Padre﷓ no era más que su punto de partida. El Seminario VI ya lo modifica: el Edipo no es la solución única del deseo, es sólo su forma normalizada, es patógena, no agota el destino del deseo. De ahí el elogio de la perversión con que termina el libro.

Lacan le da el valor de una rebelión contra las identificaciones aseguradoras del mantenimiento de la rutina social.

Este Seminario anunciaba "la revisión de los conformismos anteriormente instaurados, incluso su estallido". Aquí estamos. Lacan habla de nosotros.

*Champ Freudian. Colección fundada por Jacques Lacan. Contrapartida a una nueva edición del Seminario VI. http://www.lacanquotidien.fr/blog/wp﷓content/uploads/2013/04/LQ﷓3181.pdf.

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