Imprimir|Regresar a la nota
Jueves, 13 de febrero de 2014
logo rosario
Los fundamentos del racismo desde Freud, y su acentuaci贸n en la actualidad

Goce sin piedad que exige sacrificio

Freud piensa las formaciones colectivas a partir de la referencia al Ideal del yo. Considera que el extranjero, por su atop铆a, sacude en un sujeto, es su posici贸n siempre fr谩gil frente a un Ideal del yo siempre del lado del Otro.

Por Rose-Paule Vinciguerra*
/fotos/rosario/20140213/notas_o/04a.jpg
Que la identidad sea siempre una identidad diferencial, es lo que no es soportado.

El racismo no es algo nuevo. Freud consideraba que los v铆nculos colectivos empiezan de a dos; y comenz贸 por analizar el racismo a partir del narcisismo del yo. As铆, relaciones conyugales, amistades, relaciones entre padres e hijos "dejan un sedimento de sentimientos hostiles; lo mismo para grupos 茅tnicos que se hacen una competencia envidiosa; pueblos emparentados se repelen, los alemanes del Sur en relaci贸n a los del Norte. Y cuando las diferencias son mayores, el resultado es una aversi贸n dif铆cil de superar: los galos contra los germanos, los arios contra los semitas, los blancos contra los pueblos de color". Desde el cap铆tulo de "La Identificaci贸n", en Psicolog铆a de las masas y an谩lisis del yo, Freud piensa las formaciones colectivas a partir de la referencia al Ideal del yo; y es a partir de esto que los fen贸menos de racismo van a ser retomados. Lo que el extranjero, por su atop铆a, sacude en un sujeto, es su posici贸n siempre fr谩gil frente a un Ideal del yo siempre del lado del Otro. La colusi贸n de los semejantes entre s铆 contra el extranjero permite reducir la distancia al ideal, que los yo cuenten sobre su n煤mero, sobre su reuni贸n para parecerse.

Qu茅 es lo que ha cambiado actualmente en la civilizaci贸n? Qu茅 es lo que ha podido cambiar en el ascenso de este fen贸meno, ya profetizado por Lacan en 1975? Encontramos la decadencia del ideal ligado al Nombre﷓del﷓padre, y el ascenso a la vanguardia de las conquistas del objeto a como plus de gozar. En el capitalismo, en efecto, la falta﷓en﷓gozar constitutiva del sujeto en toda civilizaci贸n se encuentra violentamente reanimada por la producci贸n intensiva del "plus de gozar" por todas partes y para todos.

Pero el sistema se ve perturbado pues los modelos econ贸micos se muestran inadaptados y los sistemas pol铆ticos anuncian su impotencia para regularlos. As铆, tanto los modos de goce como los modos de vida se revelan cada vez m谩s particulares.

Y entonces, el racismo ordinario manifiesta el recurso loco a modos segregativos, intentando ir contra la homogeneizaci贸n de los consumidores programada por el capitalismo. Se acusa al "plus﷓de gozar" del otro, imaginarizado como exceso (ellos se quedan con nuestro trabajo, nuestras mujeres, es "la gran sustituci贸n" como se escucha decir), de ser el responsable de la falta﷓en﷓gozar de los sujetos.

La verdad de la falta﷓en﷓gozar en tanto que estructural queda en ello tanto m谩s oculta. El afecto de odio racista opera entonces una consolidaci贸n de este desconocimiento. Pues si el extranjero es causa de falta﷓en﷓gozar para un racista decidido, este 煤ltimo no puede precaverse de ello sino mediante el rechazo del otro. El racismo ordinario aparece entonces como interpretaci贸n err贸nea del impase de la civilizaci贸n. Consiste en denunciar el goce del otro desconociendo en ello que el suyo propio tambi茅n falta. As铆, el goce es identificado del lado del otro: ese quiere mi mal, mecanismo de proyecci贸n paranoica. El racista no hace sino defenderse. Es preciso poner una barra sobre este extranjero, en el l铆mite supuesto no dividido. Desde esta consideraci贸n, el enunciado racista gira hacia el delirio. Pues lo vergonzoso es la diferencia, pura diferencia sin la cual 茅l no es sujeto. A lo que se apunta es a la identidad a s铆 mismo a trav茅s de un significante fijado (nosotros somos los 煤nicos civilizados, los verdaderos creyentes... los 煤nicos). Que la identidad sea siempre una identidad diferencial, es lo que no es soportado. De ah铆 el recurso a lo que ser铆a una verdadera filiaci贸n, una Ley total: "Todos hijos de la misma patria". La identificaci贸n aqu铆 es la de un "nosotros", pero podemos preguntarnos si el padre real -le p猫re-la-jouissance-, no gira alrededor de esta identidad de excepci贸n en la cual el racista cree. La regulaci贸n operada por el Nombre-del-padre, que civiliza el goce, organiza la vida social seg煤n diferentes aproximaciones, como la del pr贸ximo y del lejano. El lejano, el extranjero, queda siempre demasiado pr贸ximo, 茅xtimo, y se lo rechaza. La exclusi贸n es aqu铆 la r茅plica del esfuerzo para identificarse a una excepci贸n que ser铆a real. M谩s all谩 de la direcci贸n a un ideal que el racista intenta restaurar, ideal que el capitalismo mundial ha disuelto, hay la llamada a un goce sin piedad que exige sacrificio.

*Psicoanalista AMP. Fragmento nota en Lacan Cotidiano n 356.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.