Página/12 :: rosario :: Carta abierta al doctor Héctor Superti

No sin asombro, luego de lo sucedido con su colaboradora, la doctora Maria Bressa, tomamos conocimiento sobre su opinión al respecto en una nota publicada por Rosario/12 del viernes 23 de mayo, en la que usted aludió a un "articulito", que permitiría en determinadas circunstancias atender dentro del mismo programa a víctimas y victimarios, en un obvio intento de justificar los dichos de Bressa.

Esta situación nos mueve a aclararle nuestra posición al respecto, comenzando por hacerle notar que si este "articulito" existe, es porque usted lo ha colocado en ese lugar, lo que permite justamente que por allí penetre el contrabando ideológico, que hace igualar a víctimas y genocidas.

Una doble preocupación nos nace a partir de esto. O bien, usted no sabe que en el fuero federal ya existe una figura que da especial tratamiento al testigo arrepentido, que le asegura seguridad y asistencia, o lo peor sería que usted comulgue, e insista con la idea de Bressa de poner dentro de este programa el contrabando ideológico de la teoría de los dos demonios.

Doctor Superti: los testigos y querellantes reclamamos un programa de seguridad y asistencia que contemple los casos particulares que puedan afectarnos. Simplemente, queremos intervenir con nuestra experiencia en la confección del mismo, para que no haya ningún "articulito" molesto. Reclamamos una posición política clara que nos indique con absoluta seguridad y precisión dónde se ubica el gobierno provincial con respecto a la política de derechos humanos.

Doctor Superti: por si usted no lo sabe, o no se lo imagina, detrás de todo esto existe mucho dolor acumulado, mucha sangre derramada heroicamente, mucha lucha para alcanzar la democracia que permite que hoy, usted sea funcionario de gobierno, ¿o no es así? En nombre de las miles y miles de víctimas de la dictadura genocida de este país, permítanos hacerle un pedido, en un tono chabacano pero explícito: "No nos jodan más la paciencia con o sin articulitos".

* Querellantes en una causa contra el terrorismo de estado.