Página/12 :: rosario :: Una Rosario para todos

El trabajo militante de Giros ha adquirido a estas alturas la representación simbólica de la lucha por una ciudad para todos. El trabajo territorial sostenido viene a reemplazar una ausencia inexplicable: la del estado.

Quienes fueron investidos por la ciudadanía con la representación de sus intereses tienen la obligación ineludible de dar voz a los reclamos sociales, fundamentalmente los de aquellos sectores más postergados.

Se espera que al menos, si no toman la decisión de ejercer a rajatabla esta defensa, se erijan en terceros imparciales que tomen decisiones acorde los mandatos legales. La sanción de la ordenanza Ya Basta! vino a imponer algo de justeza a la hora de pensar en la Rosario que queremos. Los lamentables episodios que tuvieran como protagonista a la concejala Laura Weskamp pueden resultar la oportunidad de poner blanco sobre negro sobre una problemática en la cual la oscuridad de las decisiones y el silencio solo benefician a los más poderosos.

Los terrenos de Nuevo Alberdi son rurales y deben seguir siéndolo. El cambio de destino de la tierra redundaría en un perjuicio inexcusable para, al menos, 150 familias, en beneficio de un negocio para pocos.

Es en estas decisiones donde realmente se demuestra para quién se gobierna.

Estamos ante una oportunidad histórica para seguir pensando en la ciudad que queremos. Sin medias tintas es la hora de tomar partido. Defender los intereses de meros especuladores inmobiliarios o garantizar los derechos de las familias de Nuevo Alberdi, que en estos momentos representan el modelo de ciudad que como rosarinos queremos planificar para las generaciones futuras.

* Integrante del departamento jurídico de Giros junto a Daniela Asinari, Leticia Faccendini, Jesica Pellegrini y María Valeria Rosso Ponce.