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El Banco Solidario, dependiente de la Secretaría provincial de Promoción Comunitaria, ejecutó durante 2006 la totalidad de su presupuesto, cercano a los dos millones de pesos, más precisamente 1.982.000 pesos, a los que hay que sumarle los 711.000 correspondientes a medio año de 2005. Este monto se destinó a subsidios otorgados para organizaciones no gubernamentales, municipios y comunas, para que éstos a su vez los asignen en calidad de préstamos a emprendedores sociales. Desde el inicio de la operatoria, el 25 de julio de 2005, se financiaron 1100 proyectos que beneficiaron a 1705 emprendedores, entre los cuales se cuentan actividades productivas y de servicios.
Estos créditos, de un monto relativamente bajo, tienen un alto impacto en la población que los recibe, permitiendo potenciar las habilidades de los emprendedores que apuestan al fortalecimiento de la cultura del trabajo como herramienta de movilidad social.
El recupero de los créditos oscila en el 84 % promedio, según los datos reportados por las organizaciones que los administran. El 22% de los proyectos financiados correspondieron a inicio de actividades, en tanto el 78 % restante ya se encontraba en marcha.
Otra de las características salientes de los emprendedores es que, en su gran mayoría, son cuentapropistas (el 67 %), un 18 % son desocupados, y un 15 % tienen un empleo en relación de dependencia. La edad promedio de los destinatarios de los créditos es de 41 años, mientras que la relación entre hombres y mujeres es equivalente: 51 % y 49 %, respectivamente. El 84 % de los proyectos son personales y sólo el 16 % son asociativos.
En total suman 24 los municipios que accedieron al programa y 64 las comunas, en tanto son 17 las organizaciones no gubernamentales que recibieron subsidios del Banco Solidario. Un dato interesante es que 14 organizaciones administradoras recibieron ampliaciones de los subsidios, esto es, un segundo desembolso en virtud de haber observado y cumplido con todos los requisitos y reglamento del banco.
Una de las fortalezas del programa es que descentraliza en las organizaciones administradoras la evaluación de los proyectos, porque son éstas las que tienen un mejor conocimiento de la gente, de lo que se demanda, de las necesidades de los solicitantes, pueden llevar adelante un eficiente seguimiento de los proyectos y, consecuentemente, una mayor probabilidad de alcanzar con éxito los objetivos propuestos.
A lo largo de 2006 se realizaron seis encuentros por regiones de intercambio de experiencias de los equipos técnicos, lo que enriqueció la operatoria al ahondar en las particularidades de cada región. En 2006, la Secretaría de Estado de Promoción Comunitaria aprobó modificaciones al reglamento por las cuales se ampliaron y unificaron los montos de subsidio y de créditos.
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