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Si bien las opiniones están divididas, los productores frutihortícolas de la provincia de Santa Fe -principalmente los que han sido afectados por el fuerte temporal del pasado 25 de diciembre-, están más cerca de cerrar un acuerdo con el gobierno santafesino para una ayuda económica para el sector. En un primer momento, algunos representantes del sector sostenían que lo mejor era una política de fuertes subsidios, "no sólo para afrontar las pérdidas del temporal, sino también para empezar a ver cómo se recompone la actividad que viene en crisis desde hace mucho tiempo", habían señalado. Pero esta semana, desde la Asociación de Quinteros de Santa Fe manifestaron que estarían "en condiciones de tomar créditos otorgados por el gobierno, siempre y cuando los mismos sean lo suficientemente blandos como para afrontar el compromiso".
Al inicio de las negociaciones, los quinteros habían solicitado al Ejecutivo que les otorgue subsidios, pero las autoridades negaron esa posibilidad debido a que podría provocar una reacción en cadena para eventuales casos similares. En cambio, el Gobierno se comprometió a alivianar los requisitos para que se ofrezcan créditos de fácil acceso y bajo interés.
Guillermo Beckmann, que preside esta asociación, explicó que "nosotros queremos que todos puedan acceder al crédito, que sean fáciles y con el menor interés posible", y agregó que "varios representantes de los quinteros están trabajando en el Ministerio de la Producción para trasladar a los funcionarios todas las inquietudes y ver cómo las pueden canalizar".
En ese marco, los productores saben que "el gobernador ha dado instrucciones precisas para que este tema se solucione. Hay buena predisposición, pero hasta que no tengamos todo firmado no podemos decir nada". Asimismo, desde la Asociación rescataron los planes que se están diseñando "para trabajar en varios puntos de aquí al 2010 para encarrilar al sector que tanto ha sufrido en los últimos años".
Y esta crisis estructural del sector productivo, no sólo afecta al cordón frutihorticola de la capital provincial; en el de Rosario pasa casi exactamente lo mismo, al punto que muchos históricos quinteros recordaron en los últimos días "los años en que desde aquí se abastecía a Buenos Aires y muchas provincias argentinas. Ahora, lamentablemente, vemos cómo a Rosario y la región tiene que llegar verdura y fruta desde la zona de La Plata".
Por eso, más allá de las pérdidas por la tormenta de fines de diciembre, la escalada de los precios por desabastecimiento y otras cuestiones relacionadas con la comercialización; un dato clave para los productores es "la pérdida de la superficie sembrada, porque todos estos vaivenes de los productos y el boom de la soja, han hecho que muchos cambiaran de cultivo cansados de renegar con la inestabilidad de este sector productivo".
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