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La decisión del gobierno provincial de incluir en el temario de sesiones extraordinarias el tratamiento del proyecto que promueve la implementación del denominado carné por puntos, volvió a poner en alerta al Sindicato de Peones de Taxis de Rosario. Su titular, Horacio Boix, advirtió a este diario que el gremio reclamará reuniones con el ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti, y con los legisladores de las distintas bancadas "para que no se cometa un error y se perjudique a quienes trabajamos doce horas en la calle". El autor de la iniciativa, el ahora ministro Bonfatti, defendió el proyecto al señalar "que todos saben que no hay que pasar los semáforos en rojo, que no hay que superar la velocidad máxima permitida y que no debe tomarse alcohol antes de conducir. Sin embargo no todos lo cumplen y cada vez tenemos más accidentes de tránsito con heridos y muertos. La ley está pensada para sancionar a los malos conductores".
Bonfatti, quien presentó cuando era legislador provincial el proyecto que ya tiene media sanción de la Cámara baja y ahora espera por la sanción definitiva del Senado, ya conversó sobre la necesidad de aprobar la norma con integrantes de la Cámara alta. "El senador (Alcides) Calvo (departamento Castellanos) me transmitió la voluntad del bloque de estudiar el proyecto y tratarlo en el corto plazo", confió a este diario.
Según explicó Bonfatti, el proyecto otorga cinco puntos por año de vigencia del carné de conductor y tipifica las faltas en leves, graves y muy graves, ocasionando cada falta la pérdida de puntos en la medida en que se comete y es sancionada por el Juez de Faltas. En ese sentido agregó que se pueden perder desde uno a tres puntos ante cada violación al código de tránsito, "de forma que se puede llegar a perder la licencia de conducir".
Las faltas muy graves que implicarían la pérdida de tres puntos serían conducir alcoholizado o bajo los efectos de estupefacientes, negarse a someterse al test de alcoholemia, sobrepasar en más de un 50 % la velocidad máxima autorizada, circular con la habilitación suspendida, sin la licencia, sin seguro, a contramano, o no respetar el semáforo.
En tanto, incumplir las normas de señalización, conducir en forma negligente o sin dispositivos de seguridad, viajar sin los cinturones de seguridad o el casco colocado, negarse a exhibir la documentación y detenerse en lugares prohibidos serían algunas de las faltas que implicarían la pérdida de dos puntos. Las demás infracciones no acarrearán pérdida de puntos salvo en caso de acumulación. En cuanto a la recuperación del permiso, "se puede hacer por los años o meses que le quedan de vigencia otorgándose los puntos que le restan con un curso de reeducación de no menos de 20 horas".
Finalmente destacó que la licencia por puntos ya se aplica en toda Europa, en Estados Unidos y en algunos países de América Latina "porque logró reducir en un 30 % los accidentes por la mayor conciencia y precaución que originan porque cada uno está siempre pendiente de los puntos que le restan".
Desde el Sindicato de Peones de Taxis, Boix adelantó el rechazo del sector: "Primero hay que promover la educación vial en serio, la capacitación de los choferes, poner en condiciones las rutas y caminos y recién después empezar a pensar en castigar", dijo el dirigente gremial para quien "el proyecto va a perjudicar más a los colectiveros y taxistas que trabajan doce horas por día en la calle".
Boix aclaró que para las denominadas faltas graves "estamos totalmente de acuerdo en aplicar sanciones, incluso en retirar la licencia, pero no para las pequeñas infracciones, no nos parece justo".
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