Asà es el calor. Sofoca, les cambia el humor a las personas, y de vez en cuando se mete en la polÃtica. Y no se trata solamente de hablar de ahorrar energÃa para pasar un verano sin cortes. Ayer, las elevadas temperaturas se metieron de lleno en el primer cortocircuito polÃtico local del año que comienza. Tras las crÃticas del presidente del Concejo Municipal, Miguel Zamarini, a la falta de acompañamiento del Ejecutivo a las propuestas de los vecinos cuando los ediles sesionan en los distritos, el intendente Miguel Lifschitz decidió apelar a la ironÃa para contestarle. "Debe haber sido el calor", indicó por la mañana el titular del Palacio de los Leones, tratando de restarle dramatismo a un cruce verbal que pasó de ser un hecho sorpresivo para transformarse en un escenario que resultó propicio para los concejales opositores, que elogiaron las declaraciones de Zamarini -el Concejal del ARI, Carlos Comi habló de "una actitud valiente"- y aprovecharon el rechazo del presidente del cuerpo a la Ley Borgonovo para instalar nuevamente el tema de la falta representatividad de las minorÃas polÃticas en el Palacio Vasallo. Por la tarde, y ante la consulta de Rosario/12, Lifschitz dijo suponer que "las declaraciones fueron sacadas de contexto porque Zamarini participa de las reuniones de Gabinete y está muy al tanto de las prioridades del Ejecutivo".
Un dÃa después de conocerse el dato estadÃstico que arrojó la suma de 150 mil splits vendidos en la ciudad durante el año pasado, el intendente respondió a las crÃticas del presidente del Concejo al Ejecutivo, manifestando que "supongo que ayer (por el jueves) fue un dÃa de mucho calor y no funcionaba el aire acondicionado en el Concejo. Pero la verdad es que Zamarini participa de las reuniones de gabinete asà que tiene una buena oportunidad de discutir con el Ejecutivo los planes de obras que se van implementando".
Horas más tarde, durante el acto de asunción de Angel ElÃas en el Enapro, Lischitz le bajó el tono a la polémica, y ante la requisitoria de este diario prefirió destacar que "permanentemente discutimos las polÃticas, fundamentalmente de obras públicas, las polÃticas sociales, mirando hacia los distintos barrios de la ciudad de Rosario, que ha sido nuestra prioridad a lo largo de nuestros cuatro años de gestión y por supuesto lo van a seguir siendo en los próximos cuatro".
Por tal motivo, para el intendente, "el presupuesto participativo tiene claramente esa intencionalidad; involucrar a los vecinos, a las instituciones locales en la priorización y discusión de las obras en cada uno de los barrios, la mayorÃa de las polÃticas sociales que aplica el municipio tienen ese objetivo".
Lifschitz consideró que la Municipalidad debió afrontar gastos imprevistos, y quizás esta sea una de las causas por la que algunos temas quedaron relegados. "Tenemos dificultades presupuestarias para hacer todo lo que queremos hacer. También hay que tener en cuenta que afrontamos en este último año dos situaciones excepcionales, que fueron la granizada del mes de noviembre y la inundación de marzo; esto implicó que durante más de seis meses todo el esfuerzo del municipio, de sus equipos técnicos y operativos, incluso el esfuerzo económico y presupuestario estuviera volcado a atender esas emergencias. Obviamente, esto nos distrajo de otros proyectos, pero ha sido parte de las prioridades que hemos establecido para atender las situaciones más urgentes", precisó el intendente.
En relación a las declaraciones del presidente del Concejo, el titular del Palacio de los Leones expresó: "supongo que han sido sacadas de contexto, probablemente hayan estado en el marco de alguna reflexión más general, porque por otro lado Zamarini participa de todas las reuniones del Gabinete; asà que está muy al tanto de las decisiones, de las prioridades y dificultades que tiene el Ejecutivo municipal".
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