"Si viene una lluvia grande nos vamos a inundar en Empalme y Hostal del Sol. Que no venga nadie a decirme que no avisamos, porque por acá no sale la cantidad de agua que debe, y lo peor es que ya ni siquiera es agua, es mierda pura". La palabras duras, las utiliza Leonildo Foresto, el histórico dirigente de NUMAIN (Nunca Más Inundaciones), que sigue peleando para que Empalme Graneros no se vuelva a inundar. Algo que pasará de no concretarse una serie de obras como la construcción de canales desviadores del curso del canal Ibarlucea, la limpieza del entubado del Ludueña, y el despeje del lecho de la desembocadura a la altura del Parque Alem. Pero paralelamente Foresto, advirtió con dureza en su frase acerca de la calidad de los lÃquidos que se vuelcan en el Paraná a una distancia "preocupante" de una toma de agua que tiene Aguas Santafesinas. "Hoy el Ludueña es una cloaca por el aporte del Ibarlucea, que trae desde Capitán Bermúdez, aguas servidas de una planta de hace años esta abandonada y donde descargan los camiones atmosféricos de la región", disparo ante Rosario/12 tratando de ser escuchado.
Las obras que hacen falta las discutió cara a cara con los responsables municipales y provinciales que hace solo unos dÃas explicaron los avances de los estudios de obras a los vecinos de las barriadas incluidas en el cauce del Ludueña. Y e enviaron una carta documento al gobernador Hermes Binner donde le pidieron una obra de urgencia: la canalización de dos cauces naturales de agua en Granadero Baigorria, uno en la calle Eva Perón y otro en Ricchieri que aliviarÃa el caudal del Ibarlucea.
"Mi preocupación es simple: la presa retardadora trabajó durante 21 años muy bien , pero las salidas que hay desde Empalme Graneros hasta la vieja Estexa, actual Easy son las mismas que en estos 21 años. Mientras las condiciones cambiaron, y no solo las climaticas: ya que no nos asombramos sin llueven 300 milÃmetros en 3 horas. En el 86 en la cuenca del Ludueña habÃan llovido 200 milÃmetros, y yo en mi negocio tuve adentro un metro sesenta de agua. Por eso pregunto que hubiese ocurrido el año pasado en marzo cuando la lluvia supero los 300 milÃmetros. Esto quiere decir que la presa funcionó.
La cuenca del Ludueña abarca 11 barrios rosarinos, y se nutre de los campos de Zavalla, Pujato y Casilda. Y también de Funes, Roldán, Capitán Bermúdez, Baigorria e Ibarlucea, a través del canal que lleva esta nombre, asà como del Salvat.
El primero de los problemas para Foresto es la embocadura del Ludueña es decir donde debe comenzar a circular entubado a la altura de Chaco y Olivé, en el corazón profundo de Empalme. Allà reconoce que están trabajando. Pero de inmediato refiere al segundo punto: "las nuevas urbanizaciones: los countries han proliferado en la zona, y al haber mas viviendas, desaparecieron los baldÃos y campos que ya no absorben el agua. Además hay campesinos que canalizan sus tierras y como el declive natural está en los canales de la región, el agua termina en el Ludueña y de ahà al Paraná. Entre Pérez y Funes hicieron dos puentes que también llevan el agua va hacia el Ludueña. Todo esto ha acrecentado el caudal, y los ingenieros de hidráulica ya lo conocen. Por eso digo el año pasado estuvimos a tres centÃmetros de inundarnos, y ahora con todo esto que se sumó, y con la rapidez que viene el agua: en los ochenta demoraba 24 horas el agua caÃda en Pérez, mientras ahora solo demora 8 horas, porque el canal es más profundo y viene con más velocidad".
-¿Qué están pidiendo concretamente?
-Obras precarias que desvÃen el caudal de los canales Salvat e Ibarlucea directamente al Paraná , mientras esperamos las obras definitivas que están en estudio y que ya nos dijeron van a demorar cuatro años. Estos son los tres canales desviadores de están ubicados uno en Granadero Baigorria a la altura de la ruta 34 S, y dos en Rosario antes de que el Ibarlucea y el Salvat descarguen en el Ludueña . Estos dos canales deberÃan estar entubados porque cruzan áreas pobladas, aunque también tiene una contra: el rÃo Paraná esta siete metros más alto que el nivel de estos dos desviadores.
-¿Qué otras obras piden?
-Limpiar el lecho del arroyo en su salida frente al shopping: se formo ahà un islote con la basura y la tierra, que tiene seis metros de ancho por catorce de largo. Asà se achicó el curso del agua a sólo tres metros, en lugar de doce. Pero no sólo es este freno, sino también los dos clubes que hay aguas abajo: El primero es el Islas Malvinas que tiene un permiso precario vencido, y no sabemos si están autorizados a tener amarradas lanchas y botes.
-¿Por qué le preocupa esto?
-Porque cada embarcación tiene un ancla con cadena que la fondea, y cuando viene la crecida, los camalotes y la mugre quedan atorados y frenan el curso del agua. Después del puente sobre calle Nansen hay otra guarderÃa náutica más grande, que es peor porque tiene entre ocho y diez columnas que sobresalen varios metros del agua y tiene entre 100 y 200 lanchas amarradas. Todo esto demora la salida normal del agua.
-¿Cuál es la calidad del agua que traen estos canales?
-La contaminación del Ludueña por el canal Ibarlucea es terrible. Hicimos una recorrida por Capitán Bermúdez, donde hace 15 años en una zona de campo lindera con Ricardone, se hizo una laguna de decantación y adecuación de aguas servidas. Allà iban los camiones atmosféricos a tirar los desechos cloacales. Esto funcionó bien hasta que la abandonaron.
-¿Con qué se encontraron al llegar?
-Un desastre. La laguna tenÃa un ingreso de aguas contaminada y al salir era agua que podÃa ser usada. Pero al no tener mantenimiento desde hace siete u ocho años no funcionó más. Asà por canales naturales, el agua termina en el Ibarlucea y de ahà al Ludueña. El dÃa que fuimos a inspeccionar no podÃamos respirar, y en las cunetas no es agua es materia fecal.
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